domingo, 9 de enero de 2011

Capítulo 6: La Arboleda Sagrada y el Templo del Tiempo

El viaje a la Arbolada Sagrada no tuvo ningún incidente. Llegamos a la entrada de esta y dejamos los caballos. Nada más entrar en la Arboleda un recuerdo de juventud vino a mi mente, me detuve un momento a contemplar la luz del sol penetrar entre las hojas de los árboles. Miré al cielo y cerré los ojos, una brisilla me acarició la cara con suavidad y el olor de la hierba me traía recuerdos agradables.
-¿Qué la pasa?-le preguntó Gatrie a Jin
-Irina cuando era pequeña vivía aquí, supongo que la melancolía la ha cogido por sorpresa-dijo Jin
-Sí, me ha pillado por sorpresa-dije mirándoles y sonriendo.
-Será mejor que nos demos prisa-dijo Link. Me dejé de tonterías y me puse en marcha. Caminamos todos juntos con Link como guía, pero por alguna razón Link se había perdido.
-¿No decíais que conocíais esto al dedillo?-preguntó Ike
-Sí, pero hoy está rara, no es la Arboleda de siempre-dijo Link mirando a su alrededor.
-¿Cómo no va a ser la misma? ¿Cambia de posición como el sol?-dijo Shinon con tono despreciativo, le lancé una mirada furtiva y se calló.
-No es eso, pero está rara, no es la Arboleda que yo conozco, es algo...-dijo Link, pero se calló de inmediato, se quedó mudo como por arte de magia. Me acerqué a él.
-¿Qué ocurre Link?-le pregunté mirándole fijamente a los ojos, pero no me contestó.
-Link-dije pasando mi mano por sus ojos a ver si su mirada seguía mi mano, pero no pasó nada.
-Esa...sensación...-dijo Link a duras penas.
-¿Qué sensación Link?-le pregunté preocupada. La Master Sword que llevaba a mi espalda brilló, eso era mala señal.
-Tenemos que irnos-dije
-¿Por qué?-preguntó Sothe
-No la cuestiones cuando dice que hay que irse-dijo Jin. En ese momento Link cae al suelo totalmente KO. No me lo pensé dos veces le cogí en brazos y me puse a la cabeza del grupo.
-¡Seguidme!-les grité, fui corriendo todo lo que mis piernas me permitieron.
-¿De qué huimos?-preguntó Micaiah
-De algo malo, eso os lo aseguro-dije. Seguimos corriendo y cuando vi la salida de la Arboleda, algo me la de lleno en el tobillo derecho, caí al suelo y di varias volteretas, Link cayó unos metros más adelante que yo.
Me incorporé y vi que tenía una flecha clavada en el tobillo, este sangraba a mares, por lo visto mis botas no resistieron la flecha, cosa bastante extraña. Jin se acercó corriendo a mi lado.
-Calma, tranquila, no pasa nada-me dijo ayudándome a sentarme en el suelo.
-¿Quién me...ha disparado?-pregunté aguantándome el dolor.
-Buen tiro amigo-dijo alguien en los árboles, me puse en pie de un salto, me hice daño pero la seguridad de los demás iba primero que la mía propia. Desenvainé mi Master Sword y me puse en guardia, Soren, Shinon, Leonardo y Rolf se pusieron tras de mí por si había que disparar a alguien o hacerlo volar por los aires.
-Si, tengo muy buena puntería-dijo otra voz entre los árboles.
-¡¿Quienes sois?!-grité enfadada, intentando controlar a cierta amiga mía que me decía a grito pelado que me fuera a por esos dos que habían puesto en peligro nuestra seguridad.
-Somos dos niños inocentes...-dijeron las dos voces al mismo tiempo.
-Eso significa que sois Skull Kids...-dije
-Muy lista Diosa de la Guerra-me dijo alguien a mi derecha, miré y vi un Skull Kid muy detallado, daba miedo incluso

En ese momento Link se despertó y se puso en pie, sacó su arco y disparó al Skull Kid, el cual esquivó con facilidad la flecha
-Qué malo es el Héroe-dijo otra voz. Noté algo tras de mí y me giré velozmente, pude esquivar el ataque de otro Skull Kid algo menos detallado

Este le lanzó una flecha a Link y le dio en el hombro izquierdo. Link cayó al suelo de rodillas y se echó la mano derecha al hombro herido. Fui corriendo a ayudarle.
-Irina...alejaos de...mí-me dijo Link a duras penas.
-¡¿Estáis loco?! No me voy a alejar de vos ni un poco-le dije.
-Entonces...veréis mi otro...yo-dijo Link
-¿A qué os referís?-le pregunté algo sorprendida. Antes de que Link me dijese nada una especie de humo negro le rodeó, cuando le vi de nuevo casi me caigo de espaldas. Link se había transformado en un lobo negro y blanco. Estaba totalmente inconsciente.

-No puede ser...¿sois un lobo también?-dije levantándome y mirando la nueva forma de Link, realmente no me esperaba que le pudiera suceder eso.
-¡Jajajajaja!-rió un Skull Kid, -así que el héroe es un lobo-dijo riendo
-El héroe es un lobo, el héroe es un lobo-cantaron a coro ambos Skull Kid bailando.
-No solo el héroe es un lobo...-dije con voz siniestra, ambos Skull Kid pararon de bailar y me miraron con algo de temor.
-¿A qué os referís bella dama?-me preguntó el menos detallado. No dije nada, solamente me transformé en lobo. Ambos Skull Kid dieron un par de pasos hacia atrás, no se esperaban que yo fuera un lobo también.
-¿Qué os parece si bailamos los tres juntos una danza muy popular en todo el mundo?-pregunté dando un paso al frente.
-¿Qué danza es?-preguntó el Skull Kid detallado.
-La Danza de la Muerte-dije con voz siniestra. Salté a por los Skull Kid y caí encima de uno, lo empecé a rasgar y a cortar con mis potentes garras hasta que dejó de moverse. Levanté la mirada y vi que el otro huía por los árboles.
-¡Da igual lo rápido que corras o ágil que seas, nadie escapa a mi ira!-grité, elevé el vuelo y me fui tras él. Pude cogerlo minutos más tarde. Volví junto a los demás y lo lancé al suelo desde una altura considerable, lo había dejado inmovilizado, así podría interrogarlo sin temor a que se escapase. Bajé a tierra, me transformé en humana, me arrodillé junto al Skull Kid y cogí le cogí con brusquedad.
-Dime porqué has atacado a Link y porqué se ha transformado en lobo-dije con voz intimidatoria. El Skull Kid rió. 
-¡Contéstame malnacido!-grité estampándole la cara contra el suelo. Le hice una herida grave en la cabeza, no tardaría mucho en morir.
-Irina, contrólate un poco-me dijo Jin para calmar a mi amiga.
-El héroe es así, si toca la Maldad se transforma en lobo-me dijo el Skull Kid.
-¿A qué te refieres con la Maldad?-le pregunté impaciente.
-La Maldad del Señor de las Tinieblas-me dijo. Dejó de moverse y sus brazos de madera quedaron inmóviles, había muerto a causa del golpe que le di. Le solté y me puse en pie.
-¿Señor de las Tinieblas?-preguntó Mia
-Ganondorf se hace llamar así-dije. Miré a Link, este seguía inconsciente el en suelo, seguía siendo un lobo y su herida del hombro sangraba aún. Me acerqué a él y taponé la herida para que no sangrase mucho. Le acaricié la cabeza con la mano izquierda y la cara de esta brilló, algo malo había dentro del cuerpo de Link.
-¿Por qué brilla vuestra mano?-me preguntó Ike acercándose.
-Porque hay algo malo dentro del cuerpo de Link-dije.
-¿Y cómo vamos a quitárselo?-preguntó Sothe.
-La Master Sword debería haber impedido que se transformase-dijo Jin
-Pero no ha sido así-dijo Shinon
-¡No jorobes Shinon! ¿En serio?¡No puede ser!-dije sarcástica
-Bueno Irina, cálmate lo primero, cuando te calmes y en tu cerebro domines tú hablamos-dijo Jin tocándome el hombro derecho.
-Rhys, cura a Irina-dijo Ike. Rhys se acercó a mí y me curó el tobillo con su bastón.
-Gracias Rhys. Llevas razón Jin, lo mejor será buscar un sitio para descansar-dije cogiendo a Link en brazos.
-Trae anda, ya le llevo yo-me dijo Jin cogiendo a Link de mis brazos. Caminamos hasta una parte de la Arboleda donde había una cascada y un pequeño lago donde podría refrescarme un poco. Todos se sentaron en la parte de tierra que había cerca de la cascada, me quité el traje de combate y me quedé en ropa interior, Gatrie y Shinon por poco se babean. Mientras me quitaba los calcetines noté una mirada fija en mí.
-Gatrie, ¿os importaría mucho dejar de mirarme el trasero?-le pregunté. Gatrie se enderezó y volvió en sí.
-Os pido disculpas-me dijo.
-Disculpas aceptadas, pero ruego que no lo volváis a hacer-le dije metiendo los calcetines en mis botas.
-Si vos no os exhibierais...-dijo Shinon.
-Disculpad Shinon, pero creo que conocéis bien la anatomía de una mujer, es muy similar a la de un hombre, solo tenemos dos cosas diferentes, pero parece ser que vos nunca habéis visto una mujer en ropa interior-dije dejándolo en evidencia. Todos rieron. Shinon se puso colorado y no me dijo nada, realmente le había dejado en ridículo.
Dejé mis botas al lado de Jin y me tiré al agua de cabeza. Estuve buceando un rato y luego salí a la superficie a respirar. Me hice la muerta en el agua y mi cuerpo flotó como la espuma, abrí las alas bajo el agua y me puse a nadar de espaldas. Después de nadar me apoyé en el borde a descansar los brazos. Rolf se me acercó.
-¿Puedo nadar con vos?-me preguntó.
-Claro que sí-le dije. Rolf se quedó en calzones y se tiró al agua, era muy joven, estaba lleno de vida y era ágil, por lo que nadaba a gran velocidad.
-Nadas muy bien-le dije.
-Gracias, mi hermano me enseñó-dijo mirando a Oscar.
-¿Te daba miedo el agua?-le pregunté.
-Sí, me daba más miedo que tener un enemigo a dos metros-me dijo Rolf
-Si te digo la verdad a mí también me daba miedo el agua, aprendí a nadar gracias a Jin-dije.
-Pensé que la Diosa de la Guerra no le temía a nada-me dijo Rolf
-Yo le tengo miedo a muchas cosas Rolf-le dije
-¿De verdad? Vos me mentís-me dijo incrédulo.
-Que sí de verdad, le temo a muchas cosas, sobre todo que mis amigos estén en peligro-le dije
-Irina...-me dijo Jin, le miré y vi que Link se empezaba a mover, salí del agua rápidamente y me acerqué a él.
-Link, ¿estáis bien?-le pregunté. Link me miró e intentó hablar, pero solo ladró. Se incorporó de un salto y se miró a sí mismo, vi pánico en su mirada.
-Calmaos Link, os devolveremos a vuestra forma original-le dije para calmarlo un poco. Link volvió a ladrar pero no entendí nada.
-Dice que en el Templo del Tiempo tiene que haber una solución-dijo Volug, no me acordé de que él era mitad lobo y de que podría entender lo que decía Link.
-¿Dónde está el Templo?-le pregunté a Link, este volvió a ladrar.
-Dice que si le seguís nos guiará-dijo Volug traduciendo.
-Dejad que me seque y me ponga la ropa-dije, me transformé y me sacudí cual perro recién bañado. Volví a ser humana y me puse la ropa deprisa y corriendo. Link ladró de nuevo. Miré a Volug a ver qué había dicho.
-Dice que no esperaba que fuerais lobo también-dijo Volug
-Es que tengo muchas facetas desconocidas para casi todo el mundo-dije poniéndome los protectores de los brazos.
-¿Cómo voy a secarme yo?-me preguntó Rolf, estaba empapado y goteaba mucho.
-Aura-dije, una brisa corrió y Rolf se secó en segundos. Me miró incrédulo.
-De nada-le dije. Terminamos de ponernos la ropa y nos pusimos a seguir a Link a través de la Arboleda Sagrada, yo conocía sus lugares, pero hacía mucho que no iba por allí, por lo que mi memoria estaba algo oxidada. Al cabo de una hora de largo paseo llegamos a un lugar algo apartado de todo, bajamos por la enredadera que había y seguimos caminando, llegamos a un lugar con el símbolo de la Trifuerza dibujado en el suelo y un par de estatuas a ambos lados de una puerta. Link nos llevó hasta una entrada hecha en la piedra, subimos un par de escalones muy altos y llegamos a una puerta. La abrí y entramos en ella. Al mirar de nuevo vi una especie de catedral, era enorme, muy espaciosa y preciosa. Bajamos unos escalones y vi un par de estatuas custodiando una puerta, Link entró corriendo por la misma y todos le seguimos. Al entrar vi un pedestal, me acerqué a él y vi que tenía una hendidura, parecía el filo de una espada. Link ladró.
-Dice que la Master Sword va ahí-dijo Volug
-Yo solo tengo una copia, solamente la real puede abrir mecanismos ocultos-dije, Link me miró con decepción.
-Lo siento Link, vos sois el héroe, solo vos podéis portar la Espada Destructora del Mal-le dije.
-¿Y cómo vamos a devolverle a su estado original?-preguntó Edward.
-Buena pregunta-dije intentado pensar en algo que nos pudiese ayudar.
-¿Alguna idea Soren?-preguntó Ike
-Lo siento, no sé que hacer ahora-dijo Soren.
-Imposible que al gran Soren se le hayan acabado las ideas-dijo Shinon cruzándose de brazos.
-¿Acaso tenéis vos alguna idea?-le pregunté molesta.
-Irina cálmate anda, no te sobresaltes, no es bueno para ti-me dijo Jin.
-Bonitas cristaleras-dijo Mia
-Sí, realmente son hermosas-dijo Micaiah abrazando a su hermano. Link ladró de nuevo.
-Dice que una de las cristaleras guarda tras ella un objeto capaz de devolverle a la normalidad-dijo Volug.
-¿Cómo sabéis eso?-preguntó Ike. Link ladró de nuevo.
-Dice que tiene ese presentimiento-dijo Volug.
-Vale, ¿y cómo averiguamos cuál es? Hay al menos 8-dijo Sothe. Link ladró.
-Dice que hay una canción que puede hacer que las falsas desaparezcan y que la que oculta el objeto se abra-dijo Volug.
-¿Y qué canción es?-preguntó Rafiel. Link se puso a tararear un ritmo y una canción vino a mi mente, no pude reprimir las ganas de cantar y lo más extraño, es que canté con voz de hombre...
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Cuando terminé de cantar caí al suelo agotada, caí de rodillas y Jin vino rápidamente a ayudarme.
-¡¿Irina estás bien?!-me preguntó preocupado poniéndome en pie.
-Creo que sí-le dije medio dormida
-¿Qué os ha pasado?-me preguntó Ike
-No lo sé...-dije apoyándome en el hombro de Jin. Al rato las cristaleras se rompieron e se hicieron añicos, solo una quedó en pie. Todos miramos a la que quedó en pie, esta se abrió y una luz azul salía de ella.
-¿Cómo vamos a llegar allí arriba?-preguntó Leonardo.
-Ya voy yo-dije abriendo las alas.
-¿Estás segura?-me preguntó Jin, yo asentí. Me fui volando hasta el hueco que dejó la cristalera al abrirse y vi algo realmente hermoso. Lo cogí con suma delicadeza, pues parecía frágil y lo llevé junto a los demás. Nadie pudo reprimir una expresión de fascinación.
-Es muy hermoso-dijo Mist
-Nunca vi nada igual-dijo Micaiah.
-¿Qué es?-preguntó Sothe.
-Es una ocarina y, por lo que he oído, es la legendaria Ocarina del Tiempo-dijo Soren. Link ladró con ímpetu.
-Dice que toques la canción que has cantado-dijo Volug.
-¿Yo? Si no sé las notas-dije sorprendida.
-Intentadlo-dijo Rolf. Puse la Ocarina en mis labios y noté como algo invadía mi ser. Empecé a tocar la Ocarina como si llevase toda la vida haciéndolo.
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Cuando terminé de tocar la canción, una luz blanca envolvió a Link, cuando pude verle de nuevo era humano. Me alegré mucho de haberle ayudado.
-Gracias Irina, pero ¿cómo sabíais las notas?-me preguntó curioso.
-No...no lo sé-dije algo aturdida, le di la Ocarina a Link y me senté en el suelo, me dolía mucho la cabeza.
-¿Te encuentras bien Irina?-me preguntó Jin acercándose a mí
-No...del...todo-dije, al instante perdí la consciencia.
Me desperté en el regazo de Jin, estábamos en la Arboleda, sentados a la luz de la hoguera, era de noche y la luna era llena. Levanté un poco la mirada y vi que Jin me estaba observando.
-¿Cómo te encuentras?-me preguntó.
-Creo que mejor-le dije.
-¿Por qué te has desmayado?-me preguntó
-No tengo idea, solo sentí como si algo invadiese mi ser al tocar la Ocarina y luego, al dejar de tocarla, como si ese algo se marchara de mi cuerpo, como si yo fuera un medio de comunicación-dije recordando esa sensación tan extraña que tuve horas atrás.
-Puede ser un hechizo de posesión-dijo Soren, le miré algo extrañada.
-Es un hechizo que hace que un alma de alguien posea un cuerpo sin llegar a controlar la mente-dijo Soren.
-Creo que tengo el cerebro demasiado embotado como para comprenderlo-dije sentándome en las piernas de Jin.
-¿Te hago daño?-le pregunté.
-En absoluto, si pesas menos que una pluma-me dijo sonriente.
-Me alegro porque no me voy a mover de aquí-le dije apoyando mi cabeza en su hombro.
-¿Tenéis la Ocarina Link?-le pregunté, él asintió.
-La tengo bien guardada, no quiero perderla, algo me dice que será de gran ayuda-dijo Link bebiendo algo, por el olor era agua de la cascada donde me bañé horas atrás.
-¿Me dais un poco?-le pregunté, Link se puso en pie, se acercó a mí y me dio una botella medio vacía con agua. Bebí un gran trago.
-Gracias-le dije.
-Tendré que ir a por más-dijo Link mirando la botella vacía y sonriendo.
-Tengo hambre-dijo Micaiah apoyándose en su hermano.
-Tal vez haya animales para comer-dijo Oscar.
-Algún pájaro a lo mejor-dijo Boyd.
-¿Cómo los matamos sin usar el arco?-preguntó Leonardo.
-Podéis usar mi tirachinas-dijo Link sacado el mismo de su bolsillo.
-¿Puedo probar?-dijo Rolf
-Claro, apunta bien que las chinas están caras y son difíciles de conseguir sin pagar-dijo Link
-Matando Deku Babas ¿no?-le pregunté. Link asintió y rió.
-¿De qué os reís?-le pregunté mientras los tres hermanos se iban a por pájaros para cocinar.
-¿Cómo es posible que sepáis tanto de Hyrule?-me preguntó.
-Hyrule es un mundo donde pude encontrar la paz y la soledad que necesitaba cuando era pequeña, al morir mi familia a manos del invasor quedé huérfana, me adentré en el Desierto de Hatari y llegué a Hyrule, tan solo al ver el agua del Lago Hylia quedé enamorada de este lugar. Cuando vi que las gentes de la ciudadela eran buena gente decidí quedarme, no encontraba casa por lo que me quedé en la Arboleda, es muy probable que la casa que me hice siga en pie en lo alto de un árbol, me gustaba vivir aquí, pero unos años más tarde me convertí en La Diosa de la Guerra y tuve que dejar Hyrule atrás-dije recordando mi pasado con algo de dolor y tristeza.
-Vaya, lo lamento, no tenía idea de que vuestra vida fuera así de dura desde que erais tan pequeña-me dijo Link.
-No importa, cuando era pequeña era débil, pero la vida me hizo volverme fuerte, tanto que ahora soy la asesina más sanguinaria de todas ¿no?-pregunté recordando lo que decían los sabios de mí.
-Yo no os veo sanguinaria-me dijo Ike
-Yo tampoco-dijo Sothe
-Yo creo que sois una persona incomprendida-dijo Mia
-Yo opino que sois buena persona y que no hacéis daño a nadie sin razón-dijo Link mirando el fuego
-Gracias, veo que la convivencia hace que la gente abra los ojos-dije.
-Bueno, dejémonos de historias tristes-dijo Jin, -¿recuerdas cuando me conociste?-me preguntó. Me reí a carcajada limpia.
-Cómo olvidarme de la paliza que te di cuando eras un niño-dije riendo.
-¿Qué pasó?-preguntó Mist curiosa.
-Tuve que luchar contra ella en un torneo para ganar dinero para hacer un viaje que tenía que hacer-dijo Jin
-Al principio pensé que me ganaría, pues era musculoso y a torso desnudo distraía al personal-dije riendo.
-Pero al final me dio la paliza de mi vida-dijo Jin
-Fue fácil vencerte, no te cubrías bien-le dije
-Es que era un novato no sé si te acuerdas-me dijo Jin
-Pero si me has dicho que a esa edad tu abuelo te había entrenado-le dije
-Sí, pero que mis técnicas no estaban pulidas-me dijo
-A los 16 años ¿no?-le dije sonriendo.
-Sí, exacto-dijo Jin. Me reí con ganas.
-Eras un pollo en una pelea de gallos-le dije
-Cierto y al pollo siempre le patean el trasero ¿no?-dijo Jin riendo
-Pero luego fui buena contigo ¿o no?-le pregunté
-Por supuesto que sí-me dijo
-¿Por qué decís eso?-preguntó Ike
-Al terminar el combate me dieron el dinero y me llevé a Jin a casa para curarle las heridas-dije
-¿Y él se dejó?-preguntó Nolan
-Estaba inconsciente, creo que le daría igual todo-dije
-¿Tan mal os dejó?-preguntó Nailah
-Me dio la paliza de mi vida-dijo Jin
-Pero luego nos hicimos amigos del alma y aquí estamos-dije
-Cierto, desde que tengo 16 años que estoy con ella-dijo Jin
-Yo tenía 18 ¿no?-le pregunté algo dudosa
-Sí, me sacas dos años y yo tengo ahora 21-dijo Jin
-Pues eso, que llevamos toda la vida siendo amigos-dije. En ese momento llegan Oscar, Boyd y Rolf con un montón de pájaros. Rolf le devolvió el tirachinas a Link
-Gracias-dijo Rolf
-De nada, cuando lo quieras de nuevo me lo pides-dijo Link sonriente. Asé los pájaros como hice con los pollos y luego nos fuimos a dormir. Mañana iríamos al Crepúsculo y salvaríamos a Zelda, o eso esperaba yo hacer.

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