jueves, 27 de enero de 2011

Capítulo 11: ¡Al Rescate De Link!

Me desperté al día siguiente con Jin abrazado a mí. Miré a mi alrededor y vi a Ike despierto y totalmente vestido. Me giré en la cama y acaricié el pelo de Jin para despertarle.
-Hola Jin, venga arriba-le dije con voz suave. Jin gruñó un poco, comenzó a moverse y se abrazó más a mí.
-Vamos Jin que ya es de día-le dije. Jin abrió sus ojos castaños y estos me miraron.
-Buenos días-me dijo con voz de dormido.
-Hola guapo, venga arriba que hay muchas cosas que hacer-le dije acariciando su cara. Jin me sonrió, me besó la mejilla y se puso en pie.
-Venga arriba que tenemos un amigo que salvar de las garras del Mal-me dijo extendiendo su mano derecha hacia mí. La cogí y me puse de pie con un salto. Cogí mi traje de combate del suelo. Este estaba algo aplastado pero estaba como nuevo, yo era muy cuidadosa con esas cosas. Mi traje y mis armas estaban siempre impolutas. Cogí mi traje y me lo puse, Jin me ayudó a atar el cordón de atrás. Al poco rato ambos estábamos vestidos y listos para irnos de aquel lugar al que Ganon nos envió.
-Bueno, habrá que despertar a los demás-dije mirando a todos mientras dormían.
-Todos los días hago lo mismo-dijo Ike despertando a su hermana. Entre los tres despertamos a todos lo demás y todo el mundo se vistió rápidamente.
-¿Cómo vamos a salir de aquí?-preguntó Sothe.
-Este pozo tendrá que llevar a algún lugar-dijo Soren mirando el mismo.
-Da al Lago de Hylia pero nadie tiene tanta capacidad pulmonar como para aguantar el tirón hasta la superficie del lago-dijo Zelda
-Si tuviéramos un Zora por aquí...-dije
-¿Zora?-preguntó Micaiah curiosa.
-Un Zora es una raza de por aquí que puede nadar y bucear sin ahogarse-dijo Jin
-Pueden respirar bajo el agua como los peces-dije.
-Este mundo es el más extraño que jamás imaginé-dijo Shinon poniéndose el carcaj.
-Es solamente algo diferente al vuestro-dije.
-¿Y a dónde da esa puerta?-preguntó Gatrie señalando la puerta que había al final de las escaleras, detrás del interruptor colgante.
-Se dice que esto es el Santuario del Lago, aquí vienen los Zora a venerar a sus dioses-dijo Zelda mirando la puerta.
-Pues creo que no vamos a tener más opción que ir a través del Santuario, alguna salida debe haber-dijo Leonardo.
-Yo me sé el camino, vine aquí con Link una vez-dijo Midna, esta salió de mi sombra y se puso a caminar hacia la puerta.
-Bueno, entonces serás nuestra guía-dijo Jin
-Sí, eso parece-dijo Midna sonriendo. Todos caminamos hacia la puerta y vimos que estaba bloqueada por unos barrotes.
-¿Cómo se supone que vamos a abrirla?-preguntó Boyd.
-Aquel interruptor, hay que saltar y agarrarse a él para poder accionarlo-dijo Midna señalando el interruptor colgante, el cual tenía forma de estribo de silla de montar a caballo.
-Que salte Oscar que es el más alto-dijo Soren
-Me ha tocado-dijo Oscar sonriente. Le dio su lanza a Boyd y saltó hacia el interruptor, se quedó colgando en este pero no pasó nada.
-Mmm...-dijo Midna pensativa.
-Es posible que Oscar no pese lo suficiente-dije
-Entonces alguien más debe agarrarse al interruptor-dijo Sothe.
-¿Quién es el segundo más alto?-preguntó Edward
-Creo que Shinon-dijo Ike
-Yo voy a colgarme de ahí, podría hacerme daño en la muñeca y a ver quién usa el arco después-dijo con arrogancia.
-Vamos Shinon, no seáis prepotente y agarraos al interruptor-dijo Nailah sin cortarse un pelo.
-¡He dicho que no y punto! No me voy a arriesgar a hacerme daño en las manos-dijo Shinon.
-Por favor Shinon...no seáis así os lo suplico-dije con voz dulce. Estaba dispuesta a usar mi cuerpo para engatusarlo si era necesario. Shinon se me quedó mirando algo embobado. Me acerqué a él contoneándome como la otra vez, pero es esta ocasión en vez de robarle le obligaría a hacer algo que él no quería. Cuando llegué frente a él le acaricié la cara con dulzura.
-Shinon, ¿me haríais un favor?-le pregunté con voz suave y seductora. Él asintió como un perro faldero.
-¿Podríais agarraros al interruptor para que podamos continuar? Me haríais la mujer más feliz del mundo-le dije acariciando su pecho con delicadeza.
-Como deseéis-me dijo hipnotizado totalmente. Caminó hasta el interruptor, saltó con fuerza y se agarró al mismo. Entre el peso de Oscar y el de Shinon el interruptor cedió y los barrotes que cubrían la puerta se abrieron. Oscar y Shinon bajaron del interruptor y este último se acercó a mí.
-¿Queréis que haga algo más por vos bella dama?-me preguntó con cortesía.
-No Shinon, gracias-dije. Chasqueé los dedos y Shinon volvió en sí.
-¿Qué ha pasado?-preguntó este echándose la mano derecha a la frente.
-Nada importante, ¿continuamos?-pregunté sonriente señalando la puerta con la mano abierta.
-Vamos anda, no tengo tiempo que perder aquí-dijo Shinon con su carácter totalmente restaurado.
-¿Cómo lo habéis hecho?-me preguntó Ike en voz baja mientras cruzábamos la puerta.
-Es cuestión de práctica, soy capaz de meterme en su mente y obligarlo a hacer cosas que no quiere y lo mejor es que luego no se acuerda de nada-dije sonriendo
-Sois peligrosa-me dijo Sothe con desconfianza.
-Depende de mi humor, de la situación en la que nos encontremos y de a quién tenga que hacérselo-le contesté. Cruzamos la puerta y vimos una sala enorme con varias cascadas de agua en los laterales, varias enormes estalactitas colgando del techo y una puerta al final de unas elevaciones del terreno.
-Aquí hay que tener cuidado, las estalactitas pueden caerse a la mínima-dijo Midna.
-¿Y cómo vamos a evitar que nos aplasten?-preguntó Micaiah
-Tal vez con el arco...-dijo Leonardo.
-Vale, pero no tenemos flechas cerebrito-dijo Shinon
-No hacen falta los arcos...-dijo Soren
-Con una piedra basta-dije cogiendo una piedra del suelo. Me acerqué a una distancia considerable y se la lancé a la estalactita. Esta, con el impacto, cayó al suelo y se clavó en el mismo, haciendo así un escalón para poder acceder a la puerta.
-Buen disparo-me dijo Jin
-Muchas gracias-dije sonriendo.
-Coged piedras y lanzadlas a las rocas colgantes-dijo Ike cogiendo una piedra. Entre todos pudimos tirar todas las estalactitas asesinas. 
-Parece que ya no quedan más-dijo Sothe mirando al techo.
-No, vamos, debemos continuar-dije. Nos pusimos a bajar una rampa que había nada más entrar en la sala y luego fuimos subiendo los escalones que formaron las estalactitas al clavarse en el suelo.
-Esto más bien son rocas gigantes en vez de estalactitas-dijo Ike
-Cierto, una buena manera de calificarlo Ike-dijo Soren mientras subíamos un escalón alto. Tuvimos que ayudar a Gatrie, pues con su pesada armadura le costaba mucho subir los escalones. Cuando al fin pudimos subirle todos nos sentamos en el suelo a descansar.
-Gatrie, que os quede claro que a la próxima vos solo os subiréis, estoy algo mayor para estos trotes-dije recuperando el aliento y sonriendo.
-De acuerdo-dijo él. Estuvimos un rato descansando. Me puse en pie de un salto y extendí mi mano hacia Jin, este la cogió y se puso en pie. Su cara quedó muy cerca de la mía, tanto que podía notar su respiración.
-Disculpa, me estás respirando encima-dije sonriendo y mirándole fijamente a los ojos.
-Discúlpame, he calculado mal la fuerza al levantarme, así que me he pasado-me dijo, noté un tono burlón en su voz. Noté como todos nos miraban con intriga. Me reí un poco y me separé de él.
-Bueno, lo mejor será continuar-dijo Ike poniéndose en pie. Todos nos acercamos a la puerta que había e intentamos abrirla pero no se movió ni un poco.
-¿Por qué no se abre?-preguntó Sothe algo molesto. Se notaba que no le gustaba estar allí.
-Si os digo la verdad no tengo idea-dije observando la puerta con detenimiento.
-No lo entiendo, esta puerta se abría sin problemas-dijo Midna algo desconcertada. Estaba claro que no esperaba que la puerta no se abriese.
-Habrá que buscar algún tipo de mecanismo para abrirla-dijo Zelda.
-Bien, vamos a buscar. Pero tened cuidado, nunca se sabe lo que te puede aguardar tras una roca-dije bajando un escalón. Todos nos pusimos a buscar alguna especie de botón o una palanca oculta, pero lo hicimos en vano pues no encontramos nada.
-¡¿Alguna novedad?!-grité desde una esquina de la sala.
-¡Por aquí nada!-dijo Leonardo
-¡Nada!-gritó Nolan
-¡Nada!-gritó Sothe
-¡Más de lo mismo!-dijo Ike. Todos dejamos de buscar y nos juntamos en el centro para pensar en alguna alternativa.
-¿Alguna otra idea?-preguntó Boyd. Todos miraron a Soren. Este estaba observando la puerta con minuciosa cautela.
-No veo nada que la impida abrirse...-dijo Soren.
-Tal vez solo necesite un buen golpe-dijo Gatrie.
-¿Vos lo resolvéis todo a base de golpes?-le pregunté.
-Normalmente sí-me dijo. No dije nada, prefería no sembrar más cizaña ni echar más leña al fuego.
-A lo mejor Gatrie lleva razón-dijo Jin.
-Odio tener a un karateca cerca, siempre lo resuelve todo a golpes-dije sonriendo y mirándole.
-¿Y es culpa mía saber defenderme o arrearle un buen golpe a alguien cuando se lo merece?-me preguntó. Noté que estaba bromeando para animarme un poco.
-Te advierto que yo también se kárate chaval-le dije bromeando.
-Porque yo te enseñé-me dijo acercándose a mí.
-Eso ya lo sé, aunque no me hubieses enseñado igualmente te hubiese arreado con todas mis fuerzas, sabes que soy muy polifacética-le dije riendo.
-Bueno, pero no está de más saber algo de defensa personal, saber defenderse con el cuerpo está bien-me dijo.
-Sí, pero igualmente...-dije, pero algo no me dejó terminar, noté una presencia tras de mí y puse todos mis sentidos alerta por si era un enemigo. Noté como Nailah y Volug también sentían eso cerca.
-¿Notáis eso?-les pregunté. Ambos asintieron.
-¿Qué ocurre Irina?-preguntó Sothe
-Hay algo o alguien cerca, lo siento...-dijo Micaiah. Si ella sentía esa presencia significaba que era un enemigo.
-Os recomiendo que desenvainéis vuestras armas y que os preparéis para luchar. Si Micaiah siente algo es porque es un enemigo-dije desenvainando mi Master Sword. Todos hicimos el mismo círculo que hicimos en el castillo. Estuvimos un rato en guardia pero no ocurrió nada.
-¿Y qué es lo que tenemos que quitar del medio?-preguntó Shinon con la cuerda de su arco tensada y con una flecha preparada para atravesar cualquier cosa que se pusiera en su camino.
-No lo sé exactamente Shinon, no soy adivina, pero igualmente no bajéis la guardia-dije mirando en todas direcciones. En ese momento el techo tembló un poco y una roca cayó. Pudimos esquivarla a tiempo, pero el arco de Rolf quedó bajo la roca.
-Mi arco...-dijo Rolf mirando la piedra con tristeza.
-¡¿Cuántas veces te he dicho que no sueltes el arco?!-preguntó Shinon con dureza.
-Dejadle en paz, el pobre chaval se salvó a sí mismo. Es el instinto del ser humano-dije defendiendo a Rolf.
-¡Me da igual lo que sea! ¡Este grupo de mercenarios no es muy rico que digamos y no podemos permitirnos el lujo de perder un arco!-me gritó enfadado.
-Shinon...yo que vos no hablaría así a Irina...-dijo Jin mirándome y temiéndose mi reacción hacia Shinon. Se notaba mucho que éramos amigos desde hacía muchos años.
-¡Yo la hablaré como quiera!-gritó. Se acercó a mí y me empujó. Caí de culo al suelo.
-¡¿Te crees mejor que yo solo por ser la Diosa de la Guerra?!-me preguntó.
-No es que lo crea Shinon...-dije levantándome, -es que lo soy-dije levantando la vista. Vi terror en la mirada de todos. Devil Irina me había prestado de nuevo su fuerza y mal carácter. Extendí ambas manos hacia Shinon rápidamente.
-¡Impulerit!-grité, al segundo Shinon salió despedido hacia la pared y se dio con la espalda en esta. Mientras volaba soltó su arco. Me acerqué hasta él y le agarré de la pechera.
-¡No debéis soltar vuestro arco Shinon! ¡Eso es de mal arquero!-grité. Le solté y cayó de culo al suelo. Me di la vuelta y me acerqué al grupo.
-Disculpadme Ike, pero ya sabéis que mi otro yo no tolera idiotas a mi alrededor-dije.
-Comprendo, no pasa nada-dijo. Muy disimuladamente se colocó frente a Mist, temiendo que la hiciese daño.
-Jamás podría hacerla daño, es muy buena persona, así que no temáis Ike-le dije acercándome a Jin.
-Deberías calmarte-me dijo este mientras me pasaba la mano por la espalda.
-Sabes que no puedo...-dije. Me abracé a él para calmarme.
-Creo que me has roto algo...-dijo Shinon poniéndose en pie.
-Me da igual Shinon, ajo y agua como se dice en mi tierra-dije enfadada, intentando que el calor corporal de Jin calmase mis humos.
-Creo que todos deberíamos calmarnos-dijo Edward. Suspiré algo más calmada. Rhys se puso a caminar hacia Shinon.
-Dejadlos Rhys, ya voy yo...-dije. Caminé hasta Shinon y miré su espalda. Tenía un corte importante y sangraba. Le toqué un poco las costillas y vi que le había roto una. Puse mis manos sobre las heridas.
-Caelestis remedii-dije. Al segundo una luz salió de mis manos y pude curar a Shinon.
-Espero que no volváis a meteros con nadie. Y mucho menos con Rolf y conmigo, ¿estamos?-pregunté. Shinon asintió. Noté enfado en su respiración. Se acercó a su arco y lo cogió de malas maneras. "Es un niño mal criado" pensé. Shinon se acercó a Rolf.
-A ver cómo te defiendes ahora, lo tuyo no son las espadas-dijo Shinon. Vi como Rolf se ponía colorado de vergüenza. Me acerqué a él.
-¿Cómo es el arco de tus sueños Rolf?-le pregunté.
-Pues no sé...tiene que ser bueno y que no se rompa-me dijo. Pensé un momento, miré al techo y cerré los ojos. Me concentré bien en pedir cierta cosita a mis jefes
-¿Qué hace?-preguntó Ike a Jin
-Está pidiendo algo a sus jefes, pero no me preguntéis el qué-contestó.
-Arc heros-dije. Al poco tiempo un cilindro de luz sale del techo y se acerca a mis manos. Luego la luz se marchó y en mis manos quedó un hermoso arco capaz de destruir todo cuanto tocase. Me acerqué a Rolf y se lo di.
-Se llama Arco del Héroe, pero eso da igual, lo importante es que es totalmente indestructible y, como puedes ver, su cuerda está muy tensa, por lo que nada podrá parar la flecha que lances. Esta será capaz de atravesar escudos de metal y armaduras, así que cuidado a donde apuntas-le dije. Rolf lo cogió con suma delicadeza y lo miró con fascinación.
-Gracias Irina-me dijo. Le alboroté un poco el pelo.
-De nada-le dije sonriente.
-Bueno, vamos a abrir la puerta que ya estoy harta de esta sala-dije. Abrí las alas y me fui junto a la puerta. La observé detenidamente.
-Soren está en lo correcto, no hay nada que impida que se abra, por lo que no entiendo porqué no se abre-dije. Todos volvieron a subir hasta la puerta, pero esta vez Gatrie subió solo con un poco de ayuda de Oscar.
-¿Entonces no vamos a poder salir de aquí?-preguntó Mia. Cuando me disponía a responderla oigo algo tras nosotros. Me giré rápidamente pero no vi nada.
-¿Qué pasa Irina?-me preguntó Volug.
-Creo que aquí hay alguien que se está divirtiendo con nosotros-dije con mis sentidos alerta.
-¿Y quién puede ser?-preguntó Boyd
-No tengo idea-dije. En ese instante la puerta, como por arte de magia, se abre. Me quedé totalmente pasmada.
-Y ahora se abre, este Santuario está como una cabra-dijo Jin. Cruzamos la puerta y vi un pasillo con una puerta al final.
-Vamos, por allí se va a la sala principal-dijo Midna. Abrimos la otra puerta y vi una sala enorme, circular, una fosa con agua con una escalera en el medio y dos pisos, nosotros estábamos en el piso alto. Me fijé en que había más interruptores colgantes y un montón de puertas.
-Pregunta...¿por dónde?-pregunté.
-El nivel del agua sigue siendo el mismo, vamos, hay que ir al pilar de debajo de las escaleras-dijo Midna.
-Espera, ¿y cómo van a ir los de armadura?-preguntó Jin. Todos miramos a Gatrie.
-Mmmm...-dijo Midna.
-Lux Bridge-dije, mi Master Sword soltó una luz amarillenta y un puente de luz apareció frente a nosotros, este conectaba la segunda planta con la parte de abajo de las escaleras, donde, según Midna, había una puerta que nos llevaría a la salida. Cruzamos el puente sin problemas y llegamos a el pilar de decía Midna, era el soporte de las escaleras, este tenía una puerta grande y en el suelo había un candado enorme.
-Veo que el candado sigue aquí-dijo Midna mirando el mismo.
-¿Y a dónde da esa agujero?-preguntó Nailah señalando un agujero enorme que había en el centro de la sala circular que había dentro del soporte de las escaleras.
-Da a la sala del jefe, pero Link ya se ocupó de él en su momento-dijo Midna.
-Me alegra que Link derrotase a Ganon hace tiempo, pero igualmente no lo remató del todo, sino no estaríamos aquí-dije entrando en la sala.
-Bueno, espero no darme un leñazo de aquí te espero-dije riendo.
-¡¡¡Jerónimo!!!-grité tirándome por el agujero. Estuve cayendo unos segundos y luego vi una sala enorme circular, era mucho más grande que cualquier sala que hubiese visto antes. Vi que no había agua ni nada, por lo que me pegaría la de Dios, así que abrí las alas y cogí al primero que cayó el cual era Jin. Lo bajé al suelo y poco a poco fueron cayendo los demás. Hubo uno que se me escapó pero cayó en un charco profundo de agua, por lo que se empapó entero.
-¡Jajaja!-reí, -¿que pasa Shinon? Un baño no viene mal-dije riéndome de él.
-Muy graciosa-me dijo saliendo del agua. Se detuvo en la orilla, se escurrió el pelo y la ropa y salió totalmente del agua.
-Calma, ahora os seco no temáis por eso-le dije acercándome a él.
-No me lancéis por los aires como la última vez-me dijo con algo de rencor.
-Prometo no hacerlo-dije sonriendo y dirigiendo mi mano derecha hacia él, -aura-dije, una suave pero consistente brisa corrió y Shinon se secó en poco tiempo.
-No entiendo por qué me mojé yo y no los demás-dijo peinándose, realmente era presumido a parte de prepotente.
-Será el Karma-le dije.
-¿Qué es eso?-me preguntó Micaiah.
-En algunas religiones de la India, energía derivada de los actos que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones, hasta que se alcanza la perfección-dijo Soren
-No me he enterado de nada-dijo Sothe.
-Algunos creen que el Karma es una fuerza que da castigo a alguien por haber hecho algo malo a alguien sin motivo, la Naturaleza te devuelve las malas jugadas-dije.
-Yo no creo en esas cosas-dijo Shinon con aire de importante.
-Bueno, cada uno es libre de pensar lo que quiera-dijo Jin.
-¿Y ahora como salimos de aquí?-preguntó Mist
-Por aquella grieta de la pared-dijo Midna.
-¿Cómo dices?-pregunté, -por ahí no entramos ni de guasa-dije
-Lo siento, antes podía teletransportarme pero ahora no-me dijo Midna.
-¿Y por qué?-preguntó Jin
-Eso me gustaría saber...-dijo Midna dirigiéndose a la grieta que había en una de las paredes de la colosal sala. Todos nos acercamos a la misma, pero por ahí no entraba ni Mist que era la más pequeña y delgada.
-¿A dónde la la grieta?-preguntó Titania.
-Según mi olfato da al Lago Hylia-dije.
-¿Y cómo se supone que vamos a cruzar?-preguntó Edward
-A lo mejor Zelda sabe-dije girándome, la miré y vi que estaba con la vista fija en la otra punta de la sala. Me acerqué a ella.
-¿Qué ocurre Majestad?-pregunté.
-Noto una presencia muy familiar aquí...-me dijo.
-A lo mejor es algún fantasma-dijo Boyd sarcástico.
-No bromeéis con eso os lo ruego-dije.
-Disculpadme pues-me dijo. En ese momento una flecha me da en el costado izquierdo, haciéndome una herida profunda. Caí de rodillas al suelo y todos se pusieron en guardia. Jin se acercó a mí y me puso tras Gatrie. Mi herida sangraba a mares y Jin la taponó con sus manos.
-Déjalo Jin...no creo que puedas...detener la hemorragia-le dije. Me puse en pie, sobreponiéndome al dolor y desenvainé mi espada y saqué  mi escudo. Me puse por delante de todos.
-¡Da la cara cobarde!-grité. Al segundo una figura aparece entre las sombras, poco a poco esa figura se fue acercando más hasta que vi perfectamente quien era.
-Link...-dijo Zelda pasmada. Esta dio un paso al frente pero la agarré de un brazo y la empujé tras de mí.
-Irina, es Link-me dijo Zelda algo impactada por mi reacción.
-No es él. Sí es su cuerpo pero su mente no responde a sus órdenes-dije poniéndome en posición de ataque.
-¡Preparaos para la batalla Mercenarios!-gritó Ike con su voz de mando mientras el sonido del acero del filo de su espada al desenvainarse cortaba el aire. Todos se pusieron en posición defensiva. Protegían a los arqueros, magos, curanderos y a Zelda haciendo un círculo. Me puse en el centro de este y me acerqué a Rhys.
-Si hacéis el favor de curarme...-le dije. Rhys sacó su bastón y me curó en un abrir y cerrar de ojos.
-Gracias Rhys-le dije. Él me sonrió y me puse delante de todos. Me acerqué un poco a Link, esperando que él viniera a por mí. Pero se estuvo quieto en el sitio. "No te acerques Irina, no me gusta que Link no venga a atacarte" me dijo Devil, "estoy contigo loca" la dije amistosamente. En ese momento oigo como una barrera de maldad encierra a todos los demás, dejándome a mí fuera del círculo. Me acerqué corriendo a la barrera.
-¡¿Estás todos bien?!-pregunté preocupada.
-Sí, pero ten cuidado Irina, sabes que Ganon va a por ti-me dijo Jin. Vi miedo en su mirada.
-Tendré cuidado Morenito-le dije con cariño. En ese instante la barrera me lanza una especie de onda expansiva, lanzándome así varios metros hacia atrás. La funda de mi espada se rompió debido al impacto de la onda, por lo que perdí la espada durante el vuelo. Aterricé de espaldas, me senté e intenté quitarme el aturdimiento. Llamé varias veces a mi Master Sword, pero hizo caso omiso de mí por alguna extraña razón. Cuando estuve bien de nuevo levanté la vista del suelo y vi a Link, mi corazón se encogió un segundo. Link me golpeó con su escudo y me hizo una herida en la ceja derecha. Quedé aturdida de nuevo y Link aprovechó la situación para coger su espada y herirme en la espalda. Le di en el pie y le hice caer al suelo, me puse en pie rápidamente y me transformé en lobo, pues no tenía nada más con lo que defenderme.
-Lo siento Link...-dije. Salté, caí encima de él y le mordí en el brazo, destrocé medio protector de su antebrazo izquierdo pero me golpeó de nuevo con el escudo en el hocico y me quitó de encima suya. Mi nariz comenzó a sangrar. Link se puso en pie y comenzó a lanzarme cuchilladas las cuales esquivaba como podía. "Soy demasiado lenta siendo lobo" pensé. Abrí las alas y aleteé con todas mis fuerzas. Lancé a Link hacia atrás. Mientra este se levantaba me transformé en humana y le lancé una bola de luz para eliminar la maldad de su cuerpo, pero la esquivó con facilidad.
-¡Maldita sea!-exclamé enfadada.
-No podrás derrotarme Irina...-me dijo. Noté mucha maldad en su voz.
-Prometo salvaros Link...-me dije en voz baja. Miré a sus ojos y vi algo extraño pero que me resultó familiar.
-Ese brillo...-dije. En ese momento Link se lanza a por mí, caímos al suelo y rodamos por el mismo. Conseguí quitarle el escudo pero tenía la Master Sword bien agarrada, como si estuviera pegada a su mano. Rodamos y rodamos y al final él quedó encima de mí. Intenté quitármelo pero fue inútil. Link me golpeó con la empuñadura de su arma, me hizo un corte en el labio y quedé aturdida, tanto que, cuando Link se levantó, no pude ponerme en pie. Link se puso de forma que sus pies pisaban mis manos. Elevó la Master Sword, el filo de esta apuntaba a mi corazón. Eso no era buena señal. Link elevó su espada por encima de su cabeza. Era obvio que las órdenes que tenía eran de matarme. Cuando pensé que Link me atravesaría de un lado a otro con su arma, algo salta hacia él y me lo quita de encima. Me giré como pude y vi que ese algo era un amigo mío.
-Darky...-dije. Mi amigo era, sin duda alguna, Dark Link. Este y Link rodaron por el suelo. Ambos se pusieron el pie y prepararon sus armas para combatir.
-Creo que no has hecho bien en meterte con Irina...-dijo Darky. Los dos se pusieron a caminar en círculos pero sin dejar de mirar al contrincante.
-¡Apártate, no va contigo el tema!-gritó Link, este se lanzó a por Darky y ambos se pusieron a combatir encarnizadamente. Se herían mutuamente, realmente luchaban a vida o muerte. Llegó un momento en el que ambos se detuvieron para descansar, pero no dejaban de mirarse con odio y su posición era ofensiva.
-Creo que deberías retirarte, es por tu bien Link-dijo Darky haciendo bailar su arma en su mano.
-Tengo órdenes muy estrictas, así que no abandonaré hasta que La Diosa de la Guerra muera-dijo Link. Estaba realmente poseído o dominado por el poder oscuro de Ganon. Ambas opciones no eran buenas ni para él ni para nosotros.
-Entonces creo que no me queda más opción que dejarte sin sentido-dijo Darky. Con la velocidad del rayo se lanzó a por Link. Este le esquivó ágilmente pero Darky fue rápido de reflejos y se montó en la espalda de Link. Este se movía con violencia para quitarse a Darky de encima, pero lo hizo en vano. Darky dejó caer su Master Sword y, con su mano izquierda, se agarró a Link y con la derecha le tocó y hizo presión en una parte de la nuca, dejándole totalmente inconsciente. Link cayó al suelo y Darky con él. Este se puso en pie, estaba sudando y su respiración era acelerada. Darky cogió su arma y se acercó a mí.
-¿Estás bien Irina?-me preguntó arrodillándose a mi lado.
-Sí, eso creo. Solo que me sangra la nariz, el labio y la ceja. Por lo demás estoy bien-le contesté. Darky sacó algo del saco de su cintura, lo vi bien y era una poción roja. Era una poción que te curaba las heridas. Era como el bastón de Rhys. Darky me agarró con cuidado, me sentó en el suelo y me dio a beber. Mis heridas desaparecieron al poco tiempo. Darky se sentó delante de mí.
-¿Estás mejor?-me preguntó guardando la botella medio vacía en su saco.
-Sí, gracias cielo-le contesté sonriente. Me lancé a sus brazos pues hacía mucho tiempo que no le veía.
-Me alegra mucho verte de nuevo-le dije apretujándolo contra mí.
-Yo también me alegro de verte Irina-me dijo él.
-Disculpad, ¿podríais sacarnos de aquí?-preguntó Sothe algo incómodo por la "encerrona". Darky y yo nos pusimos en pie y nos acercamos a la barrera del maldad que aprisionaba a todos.
-Yo no puedo tocarla, me quemaría-dije mirando a Darky.
-De eso me encargo yo-dijo este sonriente. Darky, al ser un ser oscuro, era capaz de tocar todo lo relacionado con el Mal sin ser herido. Darky metió la mano en la barrera y la atravesó sin problemas.
-No es muy fuerte, pero para un humano o alguien no oscuro sería nefasto-dijo Darky sacando la mano de la barrera.
-¿Cómo vas a romperla?-le pregunté.
-Con un buen golpe todo se arregla-me dijo.
-¡Al fin alguien que comparte mi opinión!-dijo Jin. Todos reímos un poco.
-¿Y con qué vas a golpearla?-pregunté.
-Creo que con una buena estocada de la Master Sword servirá-dijo Darky desenvainando su arma. Se alejó un poco de la barrera. Yo me alejé también y me puse tras él. Con un solo roce de un fragmento de la barrera podría quedar herida de gravedad. Darky apuntó con el filo de su arma a la barrera. Todos los que estaban dentro se alejaron del lugar de impacto para no resultar heridos.
-Ten cuidado Darky, no te hagas daño-le dije. Me miró por encima del hombro y me sonrió. Darky fue corriendo e hizo un ataque con salto. Un corte volador que se llamaba. Golpeó con mucha fuerza la barrera y, del impacto, salió disparado hacia atrás. Cayó cerca de mí. Me acerqué a él para ver si estaba herido.
-¡¿Estás bien Darky?!-le pregunté mientras le ayudaba a sentarse en el suelo.
-Creo que sí-me dijo algo aturdido.
-¿Te duele algo?-le pregunté poniéndome delante de él.
-Estoy bien Irina, no temas-me dijo mientras me miraba sonriente. Elevé la vista de él y vi que todo el grupo se estaba acercando a nosotros. Pero me alarmé, pues no vi a Zelda.
-¿Dónde está Zelda?-pregunté mientras ayudaba a Darky a ponerse en pie.
-No sé, iba tras de mí hace unos segundos-dijo Boyd mirando tras de sí. En ese momento Darky  me toca el hombro. Me giré y vi que estaba señalando a Zelda, esta estaba con Link en las manos. Noté como su corazón latía con tristeza. Me acerqué a ambos.
-¿Qué le ocurre?-me preguntó Zelda.
-No sé Majestad, pero podéis estar segura de que removeré cielo y tierra para que Link vuelva a la normalidad, lo juro-dije arrodillándome al lado de Link y tomándole la temperatura corporal poniendo mi mano en su cuello.
-¿Qué hacéis?-me preguntó extrañada.
-Estoy viendo si tiene fiebre y por lo que me dice mi mano Link está demasiado caliente para mi gusto-dije acercando mi cara a la de Link. Le besé la frente y, en efecto, tenía fiebre alta.
-¿Está enfermo?-preguntó Jin tras de mí.
-No creo Moreno, pero igualmente no me gusta que haya intentado matarme ni que tenga fiebre-dije con temor a lo que le pudiese estar pasando a Link.
-¿Crees que es eso?-me preguntó Darky arrodillándose a mi lado.
-No lo sé, pero espero que no por el bien de todos, sabes que solo ellos dos son capaces de eliminarlo de el cuerpo de alguien-le contenté mirándole.
-Pero uno está enfermo y la otra está en Begnion, así que no podremos ir a buscarlos si no encontramos la manera de acceder a Tellius-me dijo Jin.
-Eso ya lo sé, pero si a Link le pasa lo que pensamos vamos a necesitar a ambos por lo que tendremos que ir a Tellius por narices-le contenté.
-¿De qué estáis hablando? Parecéis senadores hablando-me dijo Ike.
-No me volváis a comparar con esos malnacidos si me hacéis el favor Ike-le dije seriamente.
-Lo lamento Irina, os pido disculpas, no volverá a pasar-me dijo.
-¿Qué es lo que pensáis que le pasa a Link?-preguntó Zelda. Noté temor en el tono de su voz.
-No es nada, no temáis Majestad, ya os he dicho que lo haré todo para que Link se ponga bien-la contesté para calmarla. No era conveniente que nadie supiese el peligro que podríamos correr al estar junto a Link, así que Darky, Jin y yo nos callamos para no alarmar a nadie.
-Será mejor que vayamos a algún lugar a descansar un poco-dijo Soren.
-Podríamos ir a la Tasca de Telma, en la ciudadela-dije.
-Bueno idea, me gusta dormir allí-dijo Darky.
-Yo os llevaré-dijo Zelda dejando a Link con delicadeza en el suelo y poniéndose en pie.
-Alguien debe llevar a Link-dijo Oscar.
-Yo le llevo-dijo Jin adelantándose. Lo cogió con cuidado y se lo echó a la espalda. Me acerqué al escudo de Link y a su espada y los cogí. No era conveniente dejarlos allí. Envainé la Master Sword a mi espalda y guardé el escudo junto al mío. Me acerqué al grupo y le coloqué el gorro a Darky, pues lo tenía torcido.
-Vayamos a dormir un poco-dije mirando a Zelda. Esta se concentró y elevó las manos. Una luz nos envolvió y cuando pude ver de nuevo estábamos en el callejón de la Tasca. Me acerqué a la puerta de la misma. Metí la mano en mi saco de rupias y miré a todos.
-¿Cuántos somos?-pregunté. Todos se pusieron a contar.
-Somos 24-dijo Soren. Revolví mi saco y conté las rupias que tenía. Solo me daba para que 23 se alojasen.
-No tengo dinero para todos, me falta para uno-dije.
-Yo puedo esconderme en la sombra de alguien, así no cuento como huésped-dijo Midna.
-Buena idea-dijo Jin. Midna se escondió en mi sombra y entramos en la tasca. Esta era mediana, con una habitación cuadrada nada más entrar y luego una especie de salita a parte tapada por una cortina. Había unas cuantas mesas redondas de madera con sillas, una estantería llena de botellas a la derecha y una barra hecha de madera a la izquierda. Vi a Telma intentando tranquilizar a un par de hombres. Por el olor que desprendían estaban borrachos. Estos se pusieron a pelear. Se lanzaron botellas mutuamente y casi dan a Rolf con una.
-Dormire-dije. Al segundo ambos hombres cayeron al suelo profundamente dormidos. Telma me miró y sonrió aliviada. Se acercó a mí.
-Gracias Irina, siempre haces lo mismo-me dijo mientras nos dábamos la mano.
-No hay de qué-dije.
-Vaya cuanta gente-dijo Telma mirando el grupo, -son casi todo hombres, a ver si te echas un novio de una vez-me dijo sin cortarse. Me reí un poco.
-No creo que ninguno a excepción de Jin y Darky me quieran ver nunca más después de esta misión, Telma-dije.
-Vaya por Dios, con lo guapa que eres...-me dijo Telma.
-No lo dudes-dijo Jin
-Bueno ya vale-dije algo enfadada. No me gustaba nada hablar de mi vida privada y mucho menos delante de todo el mundo.
-No hace falta enfadarse mujer-me dijo Darky. Suspiré como diciendo "lo que tengo que aguantar".
-Telma, necesitamos alojamiento por una noche para todos-la dije. Saqué mi bolsa de rupias y me acerqué a la barra. Vacié toda mi bolsa sobre la misma.
-Es todo lo que tengo, creo que me dará para alojarnos a todos durante una noche-dije. Telma vino a mi lado, cogió todas mis rupias de encima de la barra y las metió en mi saco.
-Olvida el dinero, eres amiga y conocida, sé que puedo confiar en ti, así que tú y tus amigos no tenéis que pagar por estar aquí, tratad este lugar como si fuera vuestra casa-me dijo.
-Gracias Telma-la dije sonriendo. Até el saco a mi cinturón y me acerqué a los demás. Vi a Link inconsciente y me acordé de algo. Me acerqué a Telma y me la llevé a una esquina de la tasca para hablar.
-Necesito cadenas-la dije en voz baja.
-¿De que tipo?-me preguntó. Parecíamos contrabandistas.
-Mágicas, sé que son difíciles de encontrar pero las necesito-la dije.
-Estás de suerte, ayer me trajeron algunas-me dijo. Se fue a la barra y me guiñó un ojo. Le devolví la señal y me acerqué al grupo.
-Bueno chicos, coged las habitaciones que queráis, me pido dormir con Jin, Link y con Darky-dije riendo.
-¿Por qué con Link?-preguntó Zelda.
-Tengo que vigilar su fiebre, no quiero que se ponga peor-dije.
Todos subieron las escaleras que había a un lado de la tasca y desaparecieron al final de estas. Me acerqué corriendo sigilosamente a Telma.
-Voy al sótano a por ellas-me dijo. Yo asentí. Telma se fue tras la barra, abrió una trampilla oculta y se metió en ella. Al rato sale con cuatro cadenas mágicas en las manos, estas brillaban con una luz blanquecina y misteriosa. Se acercó a mí y me las dio en la mano.
-¿Para qué las quieres?-me preguntó. Me acerqué a su cara y se lo dije al oído.
-Madre mía pobre Link, con lo joven y atractivo que es...-dijo Telma.
-Por eso las necesito, pero a ver como les digo a todos que Link está en ese estado...-dije algo estresada.
-No te preocupes, ya encontrarás el momento y el lugar idóneos-me dijo Telma poniendo una mano en mi hombro.
-Eso espero...-dije suspirando. Miré las cadenas mágicas y me las guardé bajo el escudo para que nadie las viera. Miré a mi derecha y vi a los dos hombres borrachos durmiendo la mona.
-¿Te ayudo a llevarlos fuera?-la pregunté señalándolos.
-No hace falta, vete a dormir que seguro que estás muy cansada y tienes que vigilar a Link-me dijo.
-Cierto, gracias Telma-dije mientras caminaba hacia las escaleras.
-Buenas noches Irina-me dijo.
-Buenas noches Telma-la dije. Subí las escaleras y vi un pasillo con muchas puertas. Me acerqué a cada una y pegué la oreja a las mismas para ver quién estaba dentro. Estuve buscando un rato hasta que di con la mía. Entré y vi una habitación pequeña pero lo suficientemente grande para cuatro personas, tenía cuatro camas en cada esquina, una ventana al fondo y unos candelabros encima de cada cama. Al fondo a la derecha había un armario grande y a la izquierda una estantería. Vi que Jin estaba dejado a Link en la cama de al lado del armario. Entré sigilosamente y cerré la puerta lentamente.
-¿Las tienes?-me preguntó Darky mientras se quitaba la túnica.
-Sí, no hagas ruido Jin, nadie debe enterarse de lo de Link-dije dándole las cadenas. Jin se acercó de nuevo a Link y comenzó a encadenarle a la cama de pies y manos. Darky y yo nos acercamos y le echamos una mano. Cuando terminamos, Darky puso su brazo izquierdo sobre mis hombros.
-No debí dejarlo a merced de Ganon...-dije cabizbaja.
-No tuviste más opción Irina-me dijo Jin mientras se quitaba la chaqueta.
-Jin tiene razón, eso no fue culpa tuya-me dijo Darky mientras se quitaba las botas.
-Lleváis razón, lo mejor será olvidarlo y concentrarse en ayudar a Link a volver a la normalidad, lo que le pasa es peligroso en exceso-dije caminando hacia la cama que había nada más entrar a la izquierda. Me senté en el colchón de paja y me quité el traje de combate.
-Estás de buen ver como dijo Telma-dijo Jin quitándose la camiseta y descubriendo su torso.
-Anda que tú no te quedas corto guapito-le dije sonriendo.
-Yo tampoco estoy mal-dijo Darky mirándose a un espejo que había al lado de su cama.
-No me hagas hablar-le dije tumbándome en la cama.
-¿Por qué? ¿Tan mal estoy?-preguntó Darky.
-Todo lo contrario cariño, estás muy bien, eso ya lo sabías-le dije mirando al techo. Jin y Darky rieron.
-Bueno, será mejor descansar un poco, mañana será un nuevo día-dijo Jin metiéndose en la cama de mi izquierda.
-Sí, tengo ganas de dormir un poco-dijo Darky tumbándose en la que tenía enfrente de la mía.
-Buenas noches chicos guapos-dije riendo.
-Buenas noches chica cañón-me dijeron ellos a coro. Me reí con ellos. Me giré en la cama y me quedé dormida al poco tiempo. Mañana era el día en el que deberíamos ayudar a Link con su problema, el cual era muy serio. Debíamos hallar una forma de poder devolverle a su estado normal antes de que hiciese daño a alguien o alguno del grupo se enterase de su situación. Mañana sería un día muy estresante y lleno de peligros, de eso no me cabía duda alguna... 

2 comentarios:

  1. un capitulo muy interesante estoy impaciente por el siguiente y saber lo que le pasa a link

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  2. Me dijiste que comentara algo y aquí estoy!!! Cuando pueda me leo algo mas. Empecé a leer y parece estar muy bien. Sigue así ;)

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