jueves, 20 de enero de 2011

Capítulo 10: Cara A Cara Con Ganondorf, El Señor De Las Tinieblas

Entramos en la Sala del Trono y, como esperaba, vi a Ganon sentado en este. Parecía divertirse tan solo con vernos entrar. Me fijé en que Link había desenvainado la Master Sword y la empuñaba con firmeza. Miraba a Ganon con ira y buscaba a Zelda con la mirada.
-Bienvenidos a mi castillo-dijo Ganon poniéndose en pie. Todos nos pusimos en guardia. Aunque Jin me seguía llevando en brazos, ambos nos pusimos alerta.
-Vaya héroe, no esperaba que trajeras a tanta gente-dijo Ganon bajando los escalones que había frente al trono.
-¿Dónde está Zelda?-preguntó Link algo incómodo con la situación en la que nos encontrábamos.
-Ella está bien, solo un poco cansada-dijo Ganon sonriendo.
-Como esté herida...-dijo Link amenazante agarrando con más fuerza la empuñadura de la Master Sword.
-Como esté herida ¿qué? ¿Me vas a pegar con tu espadita?-preguntó Ganon poniendo voz de niña, -que sepas, oh héroe, que tu espada no me asusta para nada-dijo Ganon. Este dio un golpe de muñeca hacia la derecha con la mano y Link salió despedido en esa dirección, se golpeó contra el muro y quedó algo aturdido. Me bajé rápidamente de los brazos de Jin y me fui corriendo junto a Link a ver si estaba herido de gravedad o solo estaba algo aturdido.
-Link, Link-dije ayudándole a sentarse en el suelo. Estaba algo aturdido y tenía una herida en la cabeza, sangraba un poco pero no moriría desangrado. Parpadeaba repetidamente y miraba en todas direcciones.
-Link, ¿cuántos dedos veis aquí?-pregunté poniendo tres dedos frente a sus ojos.
-Tres...-me dijo él. No había perdido la vista. Y por lo que parece tampoco la consciencia ni la memoria, sino me hubiera preguntado quién era yo y cómo sabía su nombre.
-Arriba Link-dije ayudándolo a ponerse en pie. Link me usó de bastón de apoyo y caminamos junto al resto del grupo. Rhys le curó la herida de la cabeza y Link volvió a empuñar su arma.
-Eres pesado Link, veo que tendré que darte una lección de verdad-dijo Ganon riendo. Elevó la mano derecha e invocó a alguien. Por lo poco que pude entender había llamado a los no vivos. Por lo que los Stalfos estaban a la vuelta de la esquina. Al poco tiempo unos cincuenta Stalfos aparecieron a nuestro alrededor y nos rodearon sin posibilidad de escapatoria. Todos hicimos un círculo y los arqueros, los magos y los curanderos se pusieron en el centro del mismo para atacar a distancia pero sin ser heridos.
-¡Traedme al crío de verde y a la Diosa, los demás podéis matarlos!-gritó Ganon. Link, que estaba a mi izquierda, se acercó más a mí, como protegiéndome.
-Sé defenderme sola Link, pero gracias igualmente-dije desenvainando mi Master Sword y sacando mi Escudo Hyliano.
-Vamos a por ellos que son pocos y huyen-dije para animarlos a todos. Todo el grupo desenvainó sus armas o se transformaron.
-¡Mantened las posiciones Mercenarios!-gritó Ike con voz de liderazgo. Me impactó mucho esa voz tan estridente.
-¡Os digo lo mismo Brigada!-gritó Micaiah con algo más de delicadeza. Se diferenciaba bien quién estaba acostumbrado a dar órdenes y quién no. Al poco rato la batalla entre los Stalfos y nosotros comenzó. Heríamos, cortábamos y desmontábamos a los Stalfos, pero al cabo de uno segundos estos se armaban de nuevo por lo que no avanzábamos ni un poco.
-¡Me estoy quedando sin flechas!-gritó Shinon
-¡Voy por el mismo camino!-gritó Leonardo.
-¡Yo ya me quedé sin ellas!-dijo Rolf
-¡Estoy demasiado cansado como para seguir con ElLight!-gritó Rhys, el cual, a parte de curandero, era mago de magia blanca.
-¡No aguantaremos mucho más nuestras posiciones Ike!-gritó Titania mientras partía a un Stalfos por la mitad.
-¡Aguantad un poco más!-gritó Ike protegiéndose con la Ragnell de un par de Stalfos que le atacaban al mismo tiempo.
-¡Ignis!-grité dirigiendo mi mano izquierda hacia los Stalfos que atacaban a Ike. No pude destruirlos pero al menos los alejé de Ike. Este me miró y me dio las gracias.
-Eres muy fuerte Irina, haríamos un gran equipo-me dijo Ganon mientras yo intentaba cubrirme de tres Stalfos. Link desmontó a uno de un golpe y a los otros dos les di con mi espada, apartándolos así de mi camino.
-Ni en tus mejores sueños podría yo unirme a ti-dije enfadada mirándole mientras recuperaba el aliento. Ganon bajó las escaleras del trono y se puso a unos cuatro metros de distancia de mí, me puse alerta con mis sentidos de lobo preparados para actuar en cualquier momento.
-Irina, que sepas que, algún día no muy lejano, lucharás en mi bando y no te dejaré escapar-me dijo apretando el puño de su mano derecha y mirándome con algo de ira.
-¿Acaso no sabes que, nosotros los lobos, somos capaces de escapar de una celda por la más pequeña rendija?-pregunté con voz de superioridad.
-Eso me gustaría verlo, pero es una pena, pues hoy morirás-me dijo Ganon desenvainando su arma. Link se puso frente a mi pero le puse una mano en el hombro.
-Dejadlo Link, ya me ocupo yo, vos id a buscar a Zelda-dije. Link me miró por encima del hombro y asintió. Salió corriendo hacia una puerta oculta tras el trono, la cual daba acceso a las mazmorras del castillo, pero un Stalfos le cortó el paso. El Stalfos empujó a Link y este cayó al suelo. El Stalfos estaba listo para capturarlo o matarlo incluso. Elevó su arma contra Link y noté como a este se le aceleraba el pulso.
-Déjalo-dijo Ganon. El Stalfos le miró, luego miró a Link y se apartó del camino de este. Link salió corriendo a las entrañas del castillo.
-¿No vais con él?-preguntó Ganon al resto del grupo. Los Stalfos dejaron de atacarlos por orden suya, por lo que todos eran libres de marcharse.
-Id con él-dije mirándolos a todos por encima del hombro.
-Pero Irina...-dijo Rolf adelantándose.
-Id por favor-dije con voz dulce.
-Como digáis Diosa-dijo Soren. Este se puso a correr tras Link y al poco rato todos le siguieron. Jin se detuvo antes de irse.
-Ten cuidado por favor-me dijo, vi temor en su mirada. Yo asentí y Jin se fue corriendo tras todos los demás.
-Bueno Irina, tú y yo, uno contra uno, ¿te parece bien?-me preguntó. Yo no dije ni hice nada. Los Stalfos nos  rodearon a ambos haciendo así un ring de combate. Así Ganon se aseguraba de que yo no tuviera escapatoria alguna.
-Bien Irina, empieza el combate-me dijo poniéndose en posición de ataque, -las reglas son simples, no se puede transformar en nada, ni en lobo ni en bestia y este combate no es a muerte. Digamos que yo me juego la posesión del castillo y tú te juegas tu libertad-me dijo sonriendo.
-Así que si yo gano tú te marcharás del castillo y dejarás en paz a Zelda y a Link-dije agarrando con fuerza mi Master Sword.
-Sí, pero si yo gano, lucharás en mi bando, ¿de acuerdo?-preguntó. Yo asentí pues no tenía más opción. Si le decía que no lo más probable era que ordenase a sus Stalfos que matasen a todo el grupo y mi deber como Diosa de la Guerra era protegerlos a todos.
-¡En guardia!-gritó. Al segundo se lanzó a por mí haciendo una estocada, pero la esquivé ágilmente. Acto seguido le ataqué con un tajo relámpago y le hice un corte profundo en el brazo derecho. Soltó la espada y se echó la mano izquierda a la herida.
-Tan ágil como siempre-me dijo alejándose un poco de mí con su brazo sangrando. Casi sin darme cuenta me lanzó una bola de energía maléfica y me tiró varios metros hacia atrás, caí boca abajo cerca de la barrera que los Stalfos formaban. Durante el vuelo solté la espada, Ganon la cogió y la tiró fuera del ring, por lo que no tendría nada con lo que defenderme. Intenté ponerme en pie pero la bola de energía me dejó algo paralizada por lo que tardará un rato en poder controlar mi cuerpo de nuevo. Ganon se acercó a mí, me cogió del pelo y tiró de él hacia arriba. Grité un poco de dolor y le miré a los ojos fijamente, con odio e ira.
-Creo que ahora me toca a mí herirte a ti-me dijo sonriendo. Me lanzó al centro con una fuerza increíble. Caí de espaldas al suelo y me hice daño en la espalda. Ganon se acercó a mí e hizo un amago de agarrarme de nuevo por la ropa, pero le di una patada en la cara y, rodando hacia atrás, me puse en pie, di varias volteretas hasta llegar a la espada de Ganon y la cogí.
-Eres la mujer más ágil de este mundo, me hará muy feliz que te unas a mí-me dijo riendo. Al segundo me lanzó otra bola de energía pero la bloqueé con un campo de fuerza y se la devolví haciendo el conjuro "Devolución de ataque". Le di de lleno y voló varios metros hacia atrás. Cayó de espaldas pero se puso en pie rápidamente. Me lanzó otra bola pero la esquivé dando un salto lateral hacia mi derecha y le lancé una llamarada con ElFire, pero Ganon la esquivó con facilidad. Seguimos así una hora más. Estaba empapada en sudor y sumamente cansada. Pero lucharía hasta el final y vencería, expulsando así a Ganon del castillo y salvando Hyrule.
-Irina, creo que por ahora vamos en tablas-me dijo Ganon jadeante, al igual que yo. Conseguí herirle varias veces con su espada. Le hice algún corte en los brazos, otros en las piernas y algunos más en el torso, pero Ganon era prácticamente invencible con la Trifuerza del Poder en sus manos. Solo Link, El Héroe del Tiempo, podría derrotarle y encerrarlo en el Reino del Mal por toda la eternidad. Como yo no tenía ese título solo podría herirlo o expulsarlo de algún lugar a base de golpes, pero nunca podría matarlo.
-Bueno Irina, creo que deberíamos ir terminando con este combate, ya se está alargando mucho para mi gusto-dijo Ganon. Sin que me diera cuenta me lanzó una bola de energía diferente a las demás. Esta me dio y me apresó con cadenas mágicas, las únicas capaces de reprimir mi poder y evitar que pudiese usar mis poderes para liberarme. Caí de rodillas al suelo.
-¡¡Suéltame!!-le grité mirándole. Ganon rió.
-Creo que no-me dijo acercándose a mí. Un Stalfos le dio una poción a Ganon y este se la bebió, al segundo todas sus heridas, las que tanto me costaron hacerle, desaparecieron como si nunca hubieran existido.
-¡¡Suéltame!!-le grité de nuevo forcejeando pero solo conseguí hacerme daño en las muñecas. Ganon se acercó a mí, me cogió del pelo y tiró de él hacia arriba, obligándome así a mirarle a los ojos.
-Bueno Irina, has perdido, así que ahora me perteneces-me dijo riendo.
-¡Eres un tramposo! ¡No vale apresar a nadie con cadenas mágicas!-grité enfadada.
-Yo no he dicho nada de que eso no fuera válido-me dijo riendo.
-Jamás me uniré a ti, prefiero morir a convertirme en un monstruo como tú-le dije con desprecio. Ganon soltó mi pelo y me golpeó con la mano izquierda en la cara. Me hizo un corte en el labio inferior el cual comenzó a sangrar.
-Has perdido, ahora me perteneces-me dijo al oído.
-¡¡¡Yo no soy de nadie!!!-grité con toda la ira que mi corazón podía albergar. No sé como pero pude liberarme de las cadenas y golpear a Ganon. Mi ira debió haberme permitido liberarme de las cadenas. Nunca me gustó que me dijeran que era de alguien, yo era una persona libre y nadie podría quitarme nunca mi libertad. Golpeé a Ganon con mi mano izquierda y lo lancé varios metros hacia atrás. Cayó boca arriba al suelo. Salí corriendo hacia él para rematarle, ahora era Devil la que controlaba mi cuerpo más que yo, aunque no llegó a poseerme del todo, solo me traspasó su ira y fuerza.
-¡Master Sword!-grité elevando mi mano derecha mientras corría. Al segundo esta vino volando a mi mano, arroyando a todo Stalfos que se cruzaba en su camino. Cuando la tuve en las manos salté encima de Ganon, sentándome encima de él, y le empecé a golpear con la empuñadura de mi arma. Le hice heridas y cortes por toda la cara.
-¡¡Quitádmela de encima!!-gritó Ganon mientras le ponía la cara como un pan. Unos Stalfos vinieron a mi lado e intentaron agarrarme, pero les lancé una cuchillada y los partí en dos. Mi ira era tal que pude destruirlos. Estos desaparecieron en humo negro.
-¡¡Apártate de mi loca!!-me gritó Ganon, este me dio una patada en el estómago y me lanzó hacia atrás, bajándome así de él. Ambos nos pusimos en pie y nos dispusimos a luchar de nuevo, pero esta vez era a muerte. Nos lanzamos el uno a por el otro. Estuvimos luchando media hora y, al final, Ganon cayó abatido al suelo. Quedó boca arriba. Me acerqué a él y le apunté al cuello con la Master Sword.
-No creo que…quieras matarme ahora…-me dijo jadeante.
-No puedo matarte pero puedo dejarte más muerto que vivo-dije con ira. Elevé mi espada contra él. No podría matarlo pero sí podría dejarlo fuera de combate durante un tiempo. Cuando iba a atravesarle de un lado a otro oigo algo delante de mí. Levanté la mirada de Ganon y vi a todo el grupo preso y herido. Mi corazón se encogió al ver tal escena. Un Stalfos se adelantó, este llevaba a Link en las manos. Este parecía estar ileso, tenía su Master Sword en la mano izquierda pero no se defendía con ella, cosa que no comprendí del todo bien. Ganon se levantó y se fue junto a Link. El Stalfos soltó a este y Ganon cogió su arma del suelo. Luego se acercó a Link y lo agarró por detrás. Puso la espada en el cuello de Link de forma que el filo rozaba su piel.

-Link...-dije algo asustada dando un paso al frente. No era normal en él que no se defendiese con su arma en sus manos.
-Bueno Irina, tu amigo Link ha hecho un trato conmigo-dijo Ganon.
-¿Cómo has podido hacer un trato con él si has estado luchando todo el rato contra mí?-pregunté.
-Digamos que los Stalfos no luchan bien pero sirven para comunicarse a través de ellos-dijo Ganon. En ese momento recordé que Ganon, en una parte de la lucha, estuvo quieto y sin atacarme y eso que estaba desarmada y tumbada en el suelo. Pero no me atacó porque estaba hablando con Link a través del Stalfos.
-Y...¿qué trato habéis hecho?-pregunté con miedo a lo que pudiese responderme.
-Ha pactado que si libero a Zelda junto a tu grupito, él se quedará para luchar a mi lado-dijo Ganon. Me quedé de piedra al oír eso.
-Link...¿es eso cierto?-le pregunté con miedo.
-Sí, lo es...-me dijo cabizbajo.
-Bien Irina, me ha encantado luchar contra ti, casi me ganas pero vamos a dejarlo en empate ¿te parece?-me preguntó Ganon.
-Link...no entiendo por qué habéis hecho eso-dije impactada.
-Sois la única capaz de salvar Hyrule, no quiero estorbar y, a demás, solo soy un niño-me dijo sin dejar de mirar al suelo. Noté en su pulso que me mentía como un bellaco.
-Link, no me creo nada de lo que me acabáis de decir-le dije.
-Venga Link, dile la verdadera razón por lo que has hecho el trato, no creo que lo entienda porque nunca ha estado enamorada pero, a lo mejor, lo entiende-le dijo Ganon a Link. Este tragó saliva y se dispuso a hablar.
-Yo lo hice porque....porque...-dijo algo dudoso.
-Venga Link que no tengo todo el día-dijo Ganon apretando su espada contra el cuello de Link. Le hizo un pequeño corte y comenzó a sangrar un poco.
-Lo hice porque amo a Zelda-dijo Link. Zelda, que estaba un poco más atrás, se quedó de piedra al oír eso. Miró a Link con los ojos abiertos como platos. Link la miró y ambos cruzaron una fugaz mirada. Luego Link miró al suelo de nuevo. Me quedé algo pasmada al igual que Zelda. Era cierto que yo nunca me enamoré de nadie, pero sabía bien lo que sentía Link en esos momentos.
-Link...comprendo bien que seríais capaz de todo con tal de mantenerla a salvo, pero dar vuestra libertad no...no lo entiendo-dije.
-Casi lo entiende Link, ¡casi lo conseguimos! Pero al final una mujer solitaria siempre será una mujer solitaria-dijo Ganon mirándome.
-Bueno, muchas gracias a todos por la visita, pero Link y yo tenemos cosas de las que hablar, así que hasta luego-dijo Ganon. Este hizo un conjuro de teletransportación y nos envió a todos a algún lugar.
Cuando desperté estaba en el regazo de Jin. Me senté en sus piernas y traté de orientarme un poco.
-¿Estás bien Irina?-me preguntó Jin. Yo asentí en silencio.
-¿Hay agua?-pregunté tocándome la nuca, pues me dolía un poco.
-Es lo único que hay por aquí-dijo Ike. Miré a mi alrededor y vi que estábamos en una sala enorme circular, con una especie de pozo con agua en el centro, unas escaleras a ambos lados de un interruptor colgante y una puerta al final de las escaleras.
-¿Dónde estamos?-pregunté mientras Rolf me daba un poco de agua metida en su carcaj, el cual estaba vacío.
-No lo sabemos exactamente-dijo Sothe.
-Igualmente no me gusta este lugar-dijo Volug. Observé detenidamente a todos los del grupo y vi, tras Gatrie, a Zelda. Esta estaba cabizbaja y parecía que estaba a punto de romper a llorar a cada segundo. Le devolví el carcaj a Rolf, me puse en pie y me senté junto a Zelda.
-Majestad yo... lo lamento. No he podido proteger a Link ni a vos, lo lamento de corazón-dije intentado ser cortés.
-Vos no lo lamentáis, lo decís para parecer sociable y quedar bien-me dijo Zelda con toda aspereza. Me quedé algo sorprendida al oírla decir eso. Pero no la dije nada, estaba dispuesta a tragarme todo lo que me echase en cara.
-Majestad, no creo que esa sea forma de hablarle a Irina-dijo Jin poniéndose en pie. Noté enfado en su tono de voz.
-Déjala Jin, tiene todo el derecho del mundo de echarme en cara que no vaya ayudado a Link-dije.
-No os echo eso en cara, entiendo que no pudisteis hacer nada-me dijo.
-¿Entonces?-pregunté curiosa.
-No digáis que lo sentís si realmente os da igual, no me gusta la gente que se esconde tras una máscara de mentiras y de formas de ser que no corresponden al carácter-me dijo con toda serenidad.
-De acuerdo Majestad, como digáis-la dije con cortesía. Me puse en pie para averiguar cómo salir de allí. Antes de ponerme en marcha miré a Zelda.
-Realmente lamento de corazón no haber podido ayudar a Link, me parece un muchacho muy bueno que daría lo que fuera con tal de que sus amigos o al mujer a la que ama estuviesen a salvo. Cierto que ningún hombre ha rozado siquiera mi helado corazón, pero entiendo bien que la gente se enamore y se ame mutuamente, es algo que me gustaría sentir algún día, pero no creo que a nadie le apetezca estar junto a un monstruo sin escrúpulos-dije caminando.
-¿Por qué os llamáis así?-me preguntó Zelda. Me paré y me giré para mirarla a los ojos.
-Yo no me hago llamar así, los sabios son los que van diciendo por ahí que soy una asesina y que no tengo corazón-dije con pena, -nadie sabrá exactamente como soy nunca. Los sabios infunden el miedo en la gente por lo que cada vez que me ven pasar o sencillamente descansar todos se alejan de mí, salen corriendo o, incluso, me dan su dinero para que no los haga daño. Cuando hacen eso, por la noche, voy a sus casas y les devuelvo el dinero. Todos me temen pero realmente no saben cómo soy por dentro-dije con mucha tristeza.
-No sabía que...-dijo Zelda, pero no la dejé acabar.
-¿Me permitís un consejo Majestad?-la pregunté, Zelda asintió.
-No judgueis algo hasta saber qué hay en su interior-la dije comenzando a caminar. Noté como todos se me quedaban mirando con asombro.
-Bueno, dejemos eso a un lado, en cuanto salgamos de aquí iremos a por Link, como que soy La Diosa de la Guerra que le salvaremos-dije.
-¿Cómo vamos a salir de aquí?-me preguntó Jin.
-No lo sé, pero ya es de noche, lo mejor será dormir aquí y mañana nos ocuparemos de eso-dijo Soren. Todos hicimos las camas de siempre con nuestra ropa y nos tumbamos en ellas. No había nada para comer por lo que no pudimos cenar. Yo tenía hambre, pero podría aguantar un día más sin comer nada. Me tumbé boca arriba en la cama junto a Jin, este se me acercó y se quedó tumbado de lado.
-Ese ha sido el mejor consejo que he oído nunca-me dijo al oído. Le sonreí y le acaricié la cara.
-Muchos años de soledad me permitieron buscar los secretos de la vida y hallar respuestas a ellos-le dije sin dejar de sonreír, -buenas noches cielo-le dije. Le di un beso en la frente y me di la vuelta hacia el otro lado.
-Buenas noches Irina-me dijo Jin poniendo su brazo derecho por encima de mi cintura.
Mañana saldríamos de donde quiera que Ganon nos envió y salvaríamos a Link. Desde que este dijo lo que sentía por Zelda algo nuevo nació en mi interior, era algo raro pero ese sentimiento me daba ternura. Iríamos a salvar a Link y todo saldría bien. Esperaba que ese pequeño discurso hiciese a todos los del grupo abrir los ojos, yo no era mala persona pero, por lo visto, nadie a excepción de Jin confiaba en mí y eso me hacía daño, demasiado para mi duro y tierno corazón....

3 comentarios:

  1. el final me dolio un poco pero lo otro, es muy hermoso, tienes una gran inspiracion nena

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  2. vEES..! Noo soy Yoo laa uniicaa q Commenntoo..! =D

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  3. Que tierno, la verdad yo creia que Link amaba a Lia pero tambien a Zelda, pero con esta hisotria ya se me despejo la duda.

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