Capítulo 4: Link, el Héroe del Tiempo.

Estaba algo bloqueada, no sabía que hacer exactamente, ese muchacho nos dijo que debíamos golpear la espada que había clavada en la frente del bicho, pero no sabía como hacer que el bicho cayese al suelo para golpearlo.
-¿Alguna idea Irina?-me preguntó Ike.
-Puedo ir volando hasta él y agarrarlo para que pierda el equilibrio, cuando caiga al suelo lo podéis golpear vos y los demás-dije.
-La pregunta es cómo llegamos allí abajo sin matarnos-dijo Titania mirando fijamente al esqueleto
-Esa es una muy buena pregunta-dije. Me fijé en que el muchacho tenía la Master Sword real envainada en la espalda, me sorprendí mucho. "Este es el héroe que han elegido las Diosas..."dije pensativa.
-Disculpad...-dije acercándome a él, el muchacho me miró algo sorprendido.
-Creo que podríais subir a mi espalda, yo hago que el bicho pierda el equilibrio y caiga al suelo y vos le golpeáis, ¿qué os parece?-le pregunté.
-Parece una buena idea-me dijo.
-Entonces montad-le dije. Me transformé en lobo y el muchacho se subió a mi lomo, volé hacia el cráneo esquelético y clavé mis garras en sus huesos. El bichejo empezó a tambalearse y a sacudirse para quitarme de encima, pero estaba bien agarrada. Al cabo de una pelea de titanes pude hacer que el bicho perdiese el equilibrio, este cayó al suelo y el muchacho se desmontó de mi lomo, desenvainó su arma y empezó a cortar la espada clavada en la frente del cráneo viviente. Me transformé en humana y le eché una mano, pero no pudimos acabar con él.
-Repitamos la operación-le dije, me volví a transformar y el joven se subió de nuevo en mí. Hicimos lo mismo de antes pero esta vez conseguimos matar al bicho, este explotó y levantó una pequeña humareda de humo negro, la espada hizo igual. Al explotar la espada un puente se abrió desde el pilar central al borde de la sala redonda. Todos pudieron acceder al pilar central y los hermanos se abrazaron. Mientras todos se abrazaban miré al muchacho de verdes ropajes y me acerqué a él.
-Sois buena, gracias por vuestra ayuda-me dijo envainando su arma. Me transformé en humana.
-Puedo decir lo mismo de vos-dije extendiendo mi mano hacia él.
-Me llamo Irina-dije sonriente. El muchacho cogió mi mano con algo de torpeza, pues él era zurdo pero le di la mano derecha.
-Soy Link-me dijo.
-Bonitos ropajes-le dije. El muchacho se miró la ropa y luego me miró a mí.
-Ropa de trabajo-me dijo.
-Creo que sé a lo que os referís-le dije. Todos los demás se acercaron a nosotros.
-Disculpad, debo marcharme-dijo Link mientras se iba por la puerta que había, la cual daba al exterior, -gracias de nuevo por vuestra ayuda Irina-me dijo.
-¿Podemos acompañaros?-le pregunté. El muchacho pareció dudar.
-Veréis, es que tengo cosas que hacer y bueno, monstruos que matar y eso-dijo Link excusándose.
-Cuantos más seamos mejor ¿no?-pregunté sonriente.
-No gracias, os agradezco la oferta pero no puedo-dijo marchándose.
-Decidle a Midna si la veis que su amiga Irina, la Diosa de la Guerra, está en Hyrule buscando cierto muchacho rubio de ojos azules, vestimenta verde y portador de la Trifuerza del Coraje-dije sonriendo. El muchacho se giró lentamente y me miró con cara de pasmado.
-¿Cómo sabéis que voy a por Midna?-me preguntó acercándose a mí.
-El Héroe solo visita el Patíbulo para ir al Crepúsculo-dije.
-Sabéis mucho acerca de mí ¿no?-me preguntó Link
-Lo suficiente-dije con aire de misterio.
-¿Es él el Héroe que buscamos?-preguntó Boyd
-Sí, amigos, os presento a Link, el Héroe del Tiempo-dije. Todos se presentaron al joven muchacho.
-Decidme Link, ¿para qué ibais a por Midna?-pregunté.
-Necesito su ayuda para cierto asunto-me dijo.
-¿Puede saberse que asunto es?-pregunté.
-Zant...-me dijo algo cabizbajo
-¿Qué le pasa a ese malnacido?-pregunté comiendo un dátil que había en mi bolsillo.
-Se ha escapado del Mundo del Crepúsculo y está sembrando el caos en Hyrule-me dijo.
-¿Vuelve a querer doblegar Hyrule sumiéndola en oscuridad?-pregunté
-Sí, pero esta vez ha ido demasiado lejos-me dijo Link algo enfadado.
-¿Cómo que demasiado lejos?-pregunté curiosa.
-Ha capturado a la Princesa Zelda y la tiene encerrada en el Castillo de Hyrule, necesito las Sombras Fundidas y a Midna para poder penetrar de nuevo en el Castillo, pero no sé porqué todos los monstruos de las sombras han revivido-me dijo.
-Ganondorf habrá hecho revivirlos a todos al escapar del Medallón Oscuro-dijo Soren.
-¿Qué Medallón?-preguntó Link sorprendido.
-El Medallón Oscuro es una prisión donde se encierran a los Dioses Oscuros para que no vuelvan a sembrar el terror en el mundo-dijo Rafiel
-Pero esta vez Ganon no va solo-dijo Sothe
-Cierto, pero cada cosa a su tiempo, primero venimos a por Link y luego ya veremos-dije
-Lo siento pero no puedo ir a ningún lado hasta que Zelda esté libre, no puedo abandonarla así-dijo Link.
-Entonces os acompañaremos a salvarla y luego venís con nosotros-dijo Oscar
-Buena idea Oscar-dijo Soren.
-Entonces vamos al Crepúsculo-dijo Link. Salimos del Patíbulo y fuimos a dar al Circo del Espejo, la parte más alta del Patíbulo. Al llegar vimos una gran roca negra y un marco donde hubo algo redondo, por la forma un espejo, El Espejo del Crepúsculo.
-Oh no...-dijo Link, -me olvidé de que Midna rompió el espejo para que no volviera a pasar esto, ¡maldita sea!-dijo Link enfadado.
-¿Y cómo vamos a acceder al Crepúsculo o como se llame?-preguntó Shinon
-No podemos acceder sin el Espejo-dijo Link sentándose en las escaleras que daban al antiguo lugar donde se hallaba el Espejo del Crepúsculo.
-Se acabó, Zelda morirá en manos de Ganon al igual que yo-dijo Link cabizbajo
-¡No seáis así Link!-dije enérgicamente mientras me acercaba a él, -solo debemos encontrar una alternativa-dije.
-¿Y cuál es esa alternativa?-preguntó Mia.
-Tal vez...-dije pensativa, -a lo mejor sí hay acceso por ahí...pero estaría oculto en...-dije pensando en voz alta.
-¿Podéis compartir vuestra idea Irina?-me preguntó Ike
-Creo que puede haber un acceso en La Arboleda Sagrada-dije
-¿Y dónde? He estado allí miles de veces y solo he visto árboles y más árboles-dijo Link
-Solo si el héroe va acompañado debidamente puede encontrar la entrada-dije recordando cierta inscripción.
-¿Estáis segura?-preguntó Link algo dudoso.
-Solo hay una manera de averiguarlo-dije sonriente.
-Entonces vamos a La Arboleda-dijo Link.
-Está anocheciendo, lo mejor será dormir aquí y mañana partir a primera hora-dijo Soren.
-Bien, como diga el estratega-dijo Ike. Reunimos unas cuantas ropas para hacer las camas, las colocamos en círculo e hicimos una hoguera en el centro.
-Decidme Link, ¿a cuántas rupias están las flechas en el mercado?-pregunté.
-Por diez flechas diez rupias-me dijo.
-Vaya, está caro el mundo-dije
-¿Rupias?-preguntó Micaiah
-Sí, aquí se usan rupias en vez de monedas de oro-dije
-¿Son como las joyas?-preguntó Mist.
-Creo que lo mejor es que Link nos enseñe una-dije mirándole. Link metió su mano en un saquito que llevaba en el cinturón, sacó una rupia verde y se la dio a Shinon, el cual estaba a su lado.
-Estos Hyrulianos o como se llamen están locos, usar joyas como dinero...-dijo Shinon dándosela a Rolf.
-Nos llamamos Hylianos si no os importa-dijo Link
-¿Por qué tenéis las orejas tan puntiagudas?-preguntó Mia.
-Se dice que, antiguamente, los Hylianos eran la raza más cercana a las Diosas y que, con las orejas puntiagudas, podían oír las voces de las mismas-dijo Link
-¿Es un mito?-preguntó Soren
-No lo sé, yo nunca he oído esas voces-dijo Link
-Pero sois capaz de percibir el peligro cercano ¿verdad?-pregunté, Link asintió.
-¿Se debe a las orejas puntiagudas?-me preguntó
-Creo que sí, que sois capaz de percibir cosas divinas, imperceptibles para un humano con las orejas normales-dije.
-Realmente sois extraño-dijo Ike
-Es diferente a lo que estáis acostumbrados a ver-dije mientras Sothe me pasaba la rupia de Link. Se la di a este y se la guardó de nuevo en el saco. De repente el estómago de Leonardo rugió.
-¿Tenéis hambre eh?-pregunté.
-Sí, pero no hay nada que comer-dijo Leonardo.
-Yo traía comida, pero me la terminé-dijo Link.
-No importa, he mandado a un amigo mío a por algo de comer-dije mirando el cielo en espera de mi amigo.
-¿Es ese pajarraco azul?-preguntó Shinon
-No, es otro amigo mío alado-dije sonriente.
-¿Y cómo se llama?-me preguntó Rolf
-Gram-dije, -es un Griphon-dije tumbándome en el suelo.
-¿Qué es un Griphon?-me preguntó Gatrie.
-Es un ser mitológico, se dice que no existe-dijo Volug
-¿Qué ha dicho?-preguntó Link
-Ha dicho que es un ser mitológico y que no existe-le expliqué
-¿Que idioma habla?-me preguntó
-Es el idioma de los Laguz-dijo Nailah
-¿Laguz?-preguntó Link sorprendido.
-Los Laguz son humanos con la capacidad de transformarse en animales, como lobos, halcones, cuervos, leones, tigres, gatos e incluso dragones-dije
-Vaya, una gran variedad-dijo Link
-Sí, más o menos-dije riendo. En ese momento veo una sombra moverse entre las nubes de la noche. Vi que era Gram
-¡Hey Gram!-dije sacudiendo la mano, -¡estamos aquí!-grité. Mi amigo Gram aterrizó a mi lado y me dio unos pollos, lo que le había pedido que trajese. Me senté de nuevo en el suelo.
-Muchas gracias cielo-dije cogiendo los pollos de su boca. Cogí uno del montón y se lo di a comer con plumas y todo.
-¿Ese bicho no tiene sensibilidad en la boca o qué?-dijo Shinon.
-No seáis así-le dije. Gram se lo comió y se fue volando junto a Articuno
-¡Nos vemos mañana!-grité diciendo adiós con la mano. Ambos desaparecieron en la oscuridad de la noche.
-Bueno, vamos a cenar que tenemos hambre ¿verdad?-pregunté. Todos asintieron.
-No lo quiero con plumas-dijo Rolf.
-No hombre, ahora se las quitamos-dije riendo. Dejé los pollos en el suelo y me puse en pie algo lejos de ellos. Puse mi mano izquierda en dirección a ellos.
-Ignis-dije, una bola de fuego salió de mi mano y quemó las plumas de los pollos y además los cocinó, así no habría que esperar a que se hicieran en el fuego. Cogí los pollos y repartí un por cada dos, a mí me tocó compartirlo con Link. Cuando terminamos de comerlos cada uno se tumbó en su cama, estábamos llenos y después de comer medio pollo un buen sueñecito no hacía daño a nadie. Todos nos quedamos dormidos al poco tiempo. Mañana sería un nuevo día y con él nuevos problemas vendrían a nosotros.