lunes, 7 de marzo de 2011

Capítulo 23: Los Dos Primeros Fragmentos Malditos

Me desperté al día siguiente antes de que amaneciese. Me puse en pie y me acerqué a la ventana ya que oí un ruido procedente del exterior. Me asomé y vi a Siegfried entrenando con su arma. No tenía la armadura puesta pero llevaba una camiseta de manga larga y unos pantalones de "andar por casa". "Si que madruga este chico" pensé. "A quien madruga Dios le ayuda" me dijo Devil, la cual ya estaba despierta. "Hombre, la reina de España"dije riendo. "Buenos días dormilona, ¿qué te parece si hacemos una apuesta?" me preguntó. "¿Qué apuesta?" pregunté temerosa. "La primera que adivine cuándo se va a quitar la camiseta gana" me dijo. "Mira que eres guarra" dije. "No es culpa mía preciosa, soy mujer y ya viste cómo te trató ayer al lado del puesto de las flores" me dijo. "Solo quería quedar bien" dije. "Ya claro" me contestó. "En cuanto a la apuesta no creo que se vaya a..."dije pero no pude terminar. Antes de que pudiese acabar la frase Siegfried se quitó la camiseta. Me quedé pasmada al ver lo fuerte y musculoso que era. "¿Qué ibas a decir?" me preguntó Devil. "Nada" contesté mientras miraba a Siegfried como una boba. "Cierra la boca que se te cae la baba" me dijo Devil. "No seas pava" dije. "No soy pava, está claro que te gusta" me dijo. "¿Por qué decís todos lo mismo? Siegfried no me gusta ¿cuántas veces voy a tener que repetirlo?" dije algo enfadada. "Creo que lo mejor es que dejemos eso por ahora" me dijo.
-Estoy de acuerdo-dije en voz alta.
-¿Con qué estás de acuerdo?-me preguntó la voz de Jin. Me giré y vi que este estaba sentado en la cama mirándome.
-Hola cielo, buenos días-le dije
-Hola, ¿qué pasa ahí afuera?-me preguntó poniéndose en pie.
-Nada importante, vamos a despertar a los demás que hay que ir a por los fragmentos de la Soul Edge-le dije.
-Cómo quieras-me dijo él acercándose a mí. Me abrazó de forma que yo estaba de espaldas a la ventana. Noté como Jin miraba a través de la misma y veía a Siegfried entrenar.
-Que queda claro que no le estaba espiando-le dije
-Yo no he dicho nada-me dijo
-Pero lo has pensado, ¿a que sí?-pregunté. Jin rió un poco.
-Cierto-me dijo.
-Bueno, dejémonos de bromas, vístete que hay que irse-le dije separándome de él
-A sus órdenes general-me dijo él
-Mira que eres tonto cuando quieres-le dije acercándome a la silla donde dejé mi traje de combate la noche anterior.
-Exacto, cuando quiero-me dijo él.
-Será mejor que me vista yo primero-le dije
-Por supuesto, las damas primero-me dijo haciéndome una reverencia.
-Mejor no te digo nada-le dije. Comencé a desabrocharme la parte de arriba del pijama.
-Vaya, veo que no tienes vergüenza-me dijo
-¿Por qué?-le pregunté desabrochando el último botón
-¿Vas a desnudarte delante de mí?-me preguntó
-No-le dije. Antes de quitarme la parte de arriba me acerqué a él, le cogí por los costados y le hice girarse, dándome así la espalda.
-Ni en tus mejores sueños-le dije
-Vaya, pensé que esta vez si que podría-me dijo de broma
-Más suerte la próxima vez-le dije poniéndome al lado de la cama. Me quité el pijama y me puse el traje de combate rápidamente. Cuando terminé me acerqué a Jin y lo abracé por detrás.
-Ya he terminado-le dije apoyando mi cara en su espalda
-Bien, ahora yo-me dijo
-¿Quieres que me de la vuelta?-le pregunté
-Me has visto miles de veces a torso desnudo, no creo que por una vez más te vaya a pasar algo-me dijo
-Cierto-le dije sonriente. Jin se quitó el pijama mientras caminaba hacia sus ropas.
-Mira que estás cachas-le dije riendo
-Gracias, es lo que tiene hacer kárate-me dijo dejando el pijama en la silla y cogiendo sus pantalones.
-Bueno, voy a ver si están despiertos los demás-le dije acercándome a la puerta.
-Vale, ¿nos vemos en el comedor?-me preguntó poniéndose los pantalones.
-Ok-le dije. Abrí la puerta y salí de la habitación. Cerré la puerta y me giré. Al hacerlo vi a Lloyd salir de su habitación.
-Buenos días-me dijo sonriente
-Hola-le dije.
-¿Ibais al comedor?-me preguntó
-Iba a ver si todos estaban ya despiertos-le dije
-¿Puedo ir con vos?-me preguntó
-Claro-le dije
-¿A por quién vamos primero?-me preguntó
-Pues no lo sé...-dije pensativa
-Podemos hacer una cosa. Vos despertáis a los del lado derecho del pasillo y yo a los del izquierdo. ¿Qué os parece?-me preguntó
-Bien, vamos pues-le dije. Comenzamos a despertar a todo el mundo hasta que todos estuvimos en el comedor.
-Buenos días a todos-dijo el Emperador.
-Hola-dijimos todos al mismo tiempo.
-Hoy es el día en el que iréis a buscar los fragmentos-dijo
-¿A por cuáles iremos primero?-preguntó Isma
-Yo diría que primero a por Fafnir y luego a por Cervantes-dijo Iska
-¿Y dónde se encuentran?-le pregunté
-Fafnir en la Catedral Perdida y Cervantes, tal y como está ahora, en paradero desconocido-dijo Siegfried
-He oído que le han visto desembarcar de las costas españolas-dijo Ivy
-España está lejos, y además ya estará en mar abierto-dijo Sophitia
-Todo está lejos, tardaremos más de 6 meses en recogerlo todo-dijo Taki
-Lo siento pero el tiempo es oro para mí, no voy a permitir que una simple misión me ocupe tantos meses-dije secamente. Todos me miraron.
-Llevas razón Irina, pero ¿cómo podríamos ir rápidamente de un lado a otro?-me preguntó Jin
-No sé si os acordáis, pero Midna sigue acompañándonos-dije sonriendo
-Eso es verdad-dijo Link
-¿Quién es Midna?-preguntó Mitsurugi
-Soy yo-dijo ella. Todos los que no conocían a Midna se pusieron a mirar en todas direcciones.
-No seas cabrona y preséntate-dije
-Bueno, está bien-dijo ella. Esta salió de la sombra de Link.
-Yo soy Midna-dijo ella.
-Fascinante-dijo Lloyd asombrado
-Oh gracias, sí que soy fascinante-dijo ella con aire de importante
-Bueno, ¿podrás llevarnos de un país a otro?-la pregunté
-Por supuesto, desde que viajamos juntas por el mundo sabes que puedo ir allá a donde me plazca-me dijo ella
-Bien, entonces ya tenemos modo de ir de un lado a otro-dijo Ike
-Nos ahorraremos los 6 meses de viajes-dijo Soren
-Genial, el tiempo apremia-dije
-¿Y cómo vamos a ir a por ellos?-preguntó Darky
-No entiendo lo que quieres decir-le dije
-¿Nos vamos a dividir? ¿Iremos todos juntos?-preguntó él
-Buena pregunta-dijo Isma
-Yo creo que lo mejor es que nos dividamos-dijo Soren
-¿En grupos de cuántas personas?-preguntó Sothe
-Cuatro como mucho-dijo el estratega
-¿Solo cuatro?-preguntó Siegfried
-Cuantos menos seamos mejor, menos peligro de que nos descubran-le dije. Siegfried me miró. Estuvimos unos segundos mirándonos como hicimos en el día anterior.
-¿Y quiénes irán?-preguntó Micaiah. Cuando ella habló Siegfried y yo volvimos a la realidad y dejamos de mirarnos.
-Pues supongo que Siegfried y su grupo ya que están más acostumbrados que nosotros a matar Demonios o como se llamen-dijo Gatrie
-Enhorabuena-le dije.
-¿Por qué?-me preguntó
-Habéis vuelto a usar la cabeza, creo que cuando terminemos de salvar el mundo seréis casi tan listo como Soren-dije riendo. Hubo una risa general.
-Muy graciosa Irina-me dijo él algo molesto
-Disculpadme, pero es que me lo ponéis a tiro piedra-dije
-Dejemos eso-dijo Jin
-Bien-contesté.
-Tal vez...-dijo Zelgius. No me había percatado de que estaba allí también. Siempre estaba tan callado que pasaba desapercibido con facilidad.
-¿Tal vez qué general?-pregunté
-Podríamos dividirnos en dos grupos de cuatro personas-dijo él pensativo
-Un grupo a por Fafnir y otro a por Cervantes-dijo Iska
-Me parece buena idea-dijo Soren con su serenidad de siempre
-¿Y quiénes irían en cada grupo?-preguntó Nailah
-Irina, Siegfried, Sophitia y Lloyd a por Fafnir y Taki, Ivy, Mitsurugi y Astaroth a por Cervantes-dijo el general
-Yo quiero ir a por Cervantes-dijo Isma
-¿Estás seguro?-le pregunté
-Totalmente-me dijo
-¿Cómo vas a derrotarle con una daga?-preguntó Jin
-Pues ahora que lo dices...no lo sé...-dijo Isma
-No permitiré que te haga daño solo por que quieres ir, no vas y punto-le dije
-Pero Irina...-me dijo él
-Es peligroso, razón lleva Jin, solo con una daga hasta se reirá de ti-le dije
-Si tuviese otra arma...¿me dejarías ir?-me preguntó
-Claro-le contesté
-Oye Devil...¿podrías darme esa guadaña?-preguntó Isma
-¡Ah no! ¡Eso si que no!-le dije. "Cállate un rato y déjame a mi aire" me dijo Devil.
-¡Ni se te...!-dije, pero no pude terminar, Devil se apoderó de mí sin mi permiso. Caí desmayada al suelo.
Me desperté tumbada en el suelo.
-¿Qué la ha pasado?-preguntó la voz de Siegfried
-Calmaos guapo, no me pasa nada-dije. Me senté en el suelo y me toqué un poco la nuca.
-Menudo coscorrón me he dado, a ver si a la próxima me coges antes de que me caiga-le dije a Jin
-No pensaba que te ibas a apoderar de Irina sin su consentimiento-me dijo mientras me ayudaba a ponerme en pie.
-¿Estáis bien Irina?-me preguntó Iska
-Yo no soy Irina-dije sonriendo. Todo el grupo "novato" me miró con asombro.
-¿Cómo que no sois Irina?-preguntó Siegfried algo impactado. Me reí y me acerqué a él.
-Podéis llamarme Devil-le dije mientras acercaba mi cara a la suya. Me puse tan cerca que notaba su respiración. Esta era acelerada. Estaba claro, le gustaba Irina sin duda alguna.
-¿Por qué estáis tan nervioso?-le pregunté
-No...no estoy...nervioso-me dijo con la voz entrecortada.
-Es la otra parte de Irina-dijo Lloyd
-¿Cómo que la otra parte?-preguntó Sophitia
-Para poder estar en equilibrio necesito una parte malvada y otra bondadosa, Irina es la bondadosa y yo soy la malvada-dije mirando a Siegfried fijamente
-Entonces sois dos personas en una sola-dijo Taki
-Así es, Irina es la dueña del cuerpo pero yo puedo cogerlo prestado un tiempo-dije mirando a Siegfried fijamente. Este cada vez estaba más nervioso.
-Deja a Siegfried en paz Devil, ¿no ves que le estás poniendo nervioso?-me dijo Darky mientras me cogía de un brazo y me apartaba de Siegfried
-Qué pena, con lo bien que estaba mirando esos ojos tan preciosos-dije. Escuché como Siegfried tragaba saliva e intentaba volver en sí.
-Deja eso, ¿me puedes dar la guadaña?-me preguntó Isma
-Mira que eres impaciente-le dije
-Debemos partir cuanto antes-me contestó
-Bueno, está bien-dije.
-¿De dónde la vas a sacar?-me preguntó Jin
-Se la pediré a uno de mis jefes-dije sonriendo malvadamente
-Está bien-me contestó
-Necesito pista-dije
-¿Pista?-preguntó Titania
-Espacio-dijo Jin aclarando mi vocabulario. Todos se alejaron de mí. Me arrodillé en el suelo y junté mis manos como si estuviera rezando. Me puse a conjurar para poder hablar con mi jefe. Al cabo de un rato pude hablar y pedirle la guadaña. Extendí mis brazos hacia delante y una luz morada apareció. Cuando esta se disipó abrí los ojos y vi en mis manos la guadaña que Ismael quería para luchar contra Cervantes

Me puse en pie y la miré.
-¡Waka! Te quejarás de que no te doy armas letales-le dije contemplando el arma mortífera
-Es preciosa-me dijo acercándose a mí.
-Ten, y no te cortes-le dije mientras le daba la guadaña.
-Tendré cuidado-me dijo envainándola su espalda.
-Devil, necesitamos a Irina-me dijo Jin
-Qué poco me quieres-le dije mientras le daba la espalda y me cruzaba de brazos. Escuché como Jin suspiraba. Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Sonreí satisfecha.
-¡Gracias!-le dije. En ese instante le di el control a Irina. Caí de espaldas pero Jin me agarró a tiempo.
Me desperté con un dolor de cabeza horrible. Abrí los ojos y vi a Jin. Yo estaba tumbada en el suelo y él me cogía la cabeza, la cual estaba apoyada en sus piernas.
-¿Estás bien?-me preguntó
-Me duele la cabeza-le dije
-Es normal-me dijo
-¿Normal por qué?-preguntó Siegfried, el cual estaba a mi lado
-Cuando Devil se apodera de ella por la fuerza Irina pierde mucha energía y luego, cuando vuelve a tener el control sobre sí misma, le duele la cabeza-dijo Jin
-¿Pero es peligroso?-preguntó el caballero
-No, solo que Irina está más cansada de lo habitual-dijo Jin
-No temáis, estoy bien, solo necesito un poco de agua-dije. Siegfried se puso en pie rápidamente y comenzó a llenar un vaso con agua. Jin me ayudó a sentarme. Cuando estuve erguida del todo Siegfried se arrodilló a mi lado y me dio el vaso con agua.
-Gracias-dije mientras lo cogía.
-De nada-me dijo él. Me bebí el agua de un trago. Le di el vaso de nuevo y me puse en pie con ayuda de Jin.
-Será mejor que nos pongamos en marcha-dije
-¿Al final cuáles eran los grupos?-preguntó Darky
-Irina, Siegfried, Sophitia y Lloyd a por Fafnir y Taki, Ivy, Mitsurugi e Ismael a por Cervantes-dijo Soren
-¿Y qué haremos los demás?-preguntó Ike
-Os quedaréis aquí protegiendo el castillo de posibles ataques-dijo el Emperador.
-Si no hay más remedio...-dijo el comandante
-Venga Ike, por una vez vamos a descansar, estoy harta de tanta batalla-dijo Mist
-Pues aún nos quedan muchas por librar Mist-dije
-Lo sé...-me dijo ella mientras se abrazaba a su hermano
-Bueno, vamos afuera, tenemos que irnos ya-dijo Ivy. Todos salimos fuera.
-¿Nos vamos?-pregunté
-Cuando me digas Irina-me dijo Midna
-Ten cuidado Irina por favor-me dijo Jin mientras me abrazaba.
-No te preocupes cielo, estaré bien-le dije devolviéndole el abrazo. Nos separamos y me besó la mejilla con fuerza.
-No me rompas anda, que tengo trabajo-le dije.
-Si tú eres irrompible-me dijo mientras acariciaba mi cara.
-¿Nos vamos o qué?-dijo Isma
-Ya vamos, mira que eres impaciente-le dije mientras me separaba de Jin y me acercaba al grupo.
-Una pregunta Irina...-me dijo Isma
-¿Qué tripa se te ha roto?-le pregunté
-¿Cómo vamos a volver nosotros si Midna va con vosotros?-me preguntó
-La guadaña te servirá de transporte-dije
-¿Cómo?-me preguntó
-Cierra los ojos, piensa en el lugar al que quieres ir y gira la última vértebra que forma el mango-le dije señalando la misma.
-Vale, gracias-me dijo
-¿Alguna otra pregunta antes de irnos?-pregunté
-Cuando hayamos terminado nos vemos aquí ¿no?-preguntó Taki
-Sí-contesté. 
-De acuerdo-dijo ella
-¿Alguna otra pregunta?-pregunté. Nadie dijo nada.
-Bien, tened cuidado todos-dije. En ese instante Midna nos teletransportó al lugar correspondiente. Cuando abrí los ojos vi que estábamos delante de la Catedral Perdida.
-¿Estáis todos bien?-pregunté mientras me ponía en pie.
-Perdón por el aterrizaje, hace mucho que no llevo a tanta gente tan lejos-dijo Midna
-No importa, mientras no volváis a hacerlo de nuevo-dijo Sophitia. Todos nos pusimos en pie y contemplamos con fascinación la catedral.
-En impresionante-dijo Siegfried
-Sí, lo es-dije
-Vamos, Fafnir aguarda en lo alto de la torre-dijo Lloyd
-¿Como las princesas de los cuentos?-pregunté. Todos reímos
-Será mejor que nos pongamos en marcha-dije.
-Yo me quedo aquí, necesito descansar-dijo Midna
-Bien, si necesitamos ayuda gritaré por ti-dije
-De acuerdo-me dijo ella. Nos pusimos a caminar hacia la puerta de la catedral. La abrimos entre todos y entramos en el interior. Nada más entrar vimos una estancia muy luminosa con columnas a ambos lados.
-Esto es increíble-dijo Sophitia
-Realmente impacta-dije
-Vamos-dijo Lloyd adelantándose
-¿Qué os ocurre Lloyd?-le pregunté. Él se paró y me miró.
-Irina lleva razón, ¿qué te pasa?-preguntó Siegfried
-No lo sé, es este lugar, no me gusta nada, tengo la sensación de que alguien nos observa-dijo Lloyd mirando a todas direcciones.
-Esta catedral llevaba 300 años cerrada, no creo que haya nadie aquí-dijo Sophitia
-Estoy de acuerdo con vos-dije
-Igualmente no me gusta, ¿podemos darnos prisa?-preguntó Lloyd
-Está bien, vamos-dijo Siegfried. Nos pusimos a caminar. Salimos de la estancia por la única puerta abierta que había. Caminamos por un pasillo corto y fuimos a dar a una gran sala muy espaciosa y luminosa.
-Es precioso-dije observando detenidamente las cristaleras por las que la luz se filtraba.
-Sí, verdaderamente está bien construido-dijo Siegfried
-¿Y ahora por dónde vamos?-preguntó Sophitia. Dejé de mirar las cristaleras y me centré en buscar una salida. Había una puerta enorme en una de las paredes de la sala pero estaba cerrada. Todos nos acercamos a ver la puerta de cerca. Todos hicimos fuerza para abrirla pero no conseguimos nada.
-Está sellada-dije
-¿Y cómo vamos a abrirla?-preguntó Lloyd
-Por la fuerza-dije
-¿Cómo?-preguntó Siegfried
-¿Me prestáis vuestra espada?-pregunté
-De acuerdo, pero aviso que pesa-me dijo Siegfried desenvainando la Soul Edge, la cual llevaba a la espalda. Me la dio. No tuve problemas en sostenerla.
-Sois fuerte-me dijo
-Es mi naturaleza, uno de mis puntos fuertes es la fuerza bruta-dije
-¿Vais a abrirla a base de golpes?-preguntó Sophitia
-No, creo que con un solo tajo valdrá-dije
-Bien, nosotros nos alejamos-dijo Lloyd. Los tres se apartaron de mí y yo me centré en buscar rápidamente el punto más débil de la puerta. Una vez lo había encontrado me dispuse a golpearlo con todas mis fuerzas. "Vamos a enseñarle a esa puerta quien manda" me dijo Devil
-¿Ahora te metes con las puertas? ¿No tienes suficiente con luchar como una bestia parda contra los monstruos?-pregunté. Noté como todos se extrañaban pero al segundo se dieron cuenta de que estaba hablando con Devil. "Tú calla, vamos a partirle la cara a Fafnir como que soy tu parte malvada" me dijo.
-Bien, confío en que me des toda tu fuerza-dije. "Cuenta con ello" me dijo. Devil me pasó toda su fuerza pero sin poseerme del todo. Clavé la mirada en el punto débil de la puerta y me lancé a por ella haciendo un mandoble volador. Di de lleno en la puerta y la abrí de par en par.
-Madre, si que pesa la espada después de un rato-dije apoyando esta en el suelo.
-Os lo advertí-me dijo Siegfried acercándose a mí. Cogió la espada de mis manos y se la echó a la espalda.
-Bueno, el que avisa no es traidor-le dije sonriendo.
-Cierto, ¿estáis bien?-me preguntó
-Sí, eso creo-dije. Nos quedamos mirándonos otra vez como unos bobos.
-Vamos chicos, debemos darnos prisa-dijo Lloyd.
-Sí, vamos-dijo Siegfried sin dejar de mirarme. Me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Los dos nos pusimos a caminar al mismo tiempo. Casi nos chocamos.
-Las damas primero-dijo Siegfried cediéndome el paso.
-Muy amable-dije mientras caminaba. Nos pusimos a caminar y llegamos a una sala circular. Miré al techo y vi que subía. Era como la torre de un reloj. Había unas escaleras al lado de la puerta.
-Odio las escaleras-dije
-Pues ya somos dos-me dijo Sophitia. Ambas reímos.
-Venga, tengo el presentimiento de que estamos cerca-dijo Lloyd mientras comenzaba a subir las escaleras. Me puse a correr y llegué a su lado. Me puse frente a él cortándole así el paso.
-Lloyd, calmaos por favor, me estáis poniendo nerviosa-le dije poniendo mis manos sobre sus hombros.
-Disculpadme Irina pero no me siento cómodo aquí-me dijo.
-Lo entiendo, pero deberíais calmaros un poco-le dije
-Ya, pero no encuentro la serenidad que necesito para calmarme-me dijo. Le sonreí un poco.
-Cerrad los ojos por favor-le dije
-¿Para qué?-me preguntó
-No temáis, vos cerrad los ojos-le dije
-Está bien-me dijo. Al instante cerró los ojos. Yo me puse a su espalda y puse mis manos sobre sus hombros.
-Bien Lloyd, quiero que penséis en un momento feliz de vuestra vida-le dije
-Pero...-me dijo. No le dejé acabar.
-Nada de peros, hacedme caso-le dije. Lloyd obedeció mi orden. Sentí como recurría a su memoria para escoger un buen recuerdo.
-¿Lo tenéis?-le pregunté. Él asintió.
-Bien, centraos en ese recuerdo y olvidaos de donde estamos, de que estamos nosotros tres aquí y de que sois un guerrero-le dije comenzando a masajear sus hombros. Masajeé toda su espalda para relajarlo mientras pensaba en ese recuerdo. Al cabo de 5 minutos ya había terminado. Dejé mis manos sobre sus hombros.
-Vale Lloyd, ahora quiero que dejéis ese recuerdo y que abráis los ojos lentamente, volviendo así a la realidad-le dije. Lloyd me hizo caso y abrió los ojos lentamente. Le fallaron las piernas pero pude agarrarlo a tiempo.
-¿Qué ha pasado?-preguntó mientras le ayudaba a ponerse erguido.
-Me he adentrado en vuestra mente y cuerpo para serenaros y veo que ha dado resultado-le dije
-Gracias, me siento mejor-me dijo girándose para mirarme
-De nada-le contesté sonriente
-Sois increíble-dijo Siegfried. Me giré un poco y le miré a los ojos.
-Es mi naturaleza-le dije sonriente
-¿Continuamos?-preguntó Lloyd
-Claro-dije. Los cuatro nos pusimos a caminar escaleras arriba. Siegfried cada poco se paraba para recuperar el aliento. Con la armadura puesta le costaba algo más subir las escaleras que a nosotros. Cuando estuvimos en el último piso miramos las puertas que había delante de nosotros.
-Fafnir nos espera tras esas puertas-dije
-¿Cómo lo sabéis?-me preguntó Sophitia
-Lo siento en mi interior-contesté con la mirada fija en las puertas.
-Bien, llegó la hora-dijo Siegfried seriamente. Nos acercamos a la puerta y la abrimos. No opuso resistencia. Se abrió de par en par. Vi otras escaleras que daban a una plataforma redonda. Seguramente la parte de arriba de la torre. Subimos las escaleras y desenvainamos nuestras armas. Esperamos unos minutos a que Fafnir apareciese.
-Está cerca-dije mirando al cielo azulado.
-Preparaos para una batalla complicada-dijo Siegfried mientras apretaba con fuerza la empuñadura de su arma. En ese instante Fafnir aparece ante nosotros de la nada. Era un dragón enorme.

-¡Que dos ataquen desde los lados y otros dos de frente!-grité. Siegfried y yo nos pusimos a atacarle por delante y Lloyd y Sophitia desde los lados. Fafnir nos atacaba usando sus descomunales garras, sus cuernos y su abrasador aliento. Hubo una vez que casi me churruscó el pelo pero estuve rápida de reflejos y pude agacharme a tiempo. Mientras yo le atacaba una pata delantera escuché como Fafnir se preparaba para escupir fuego. Al segundo este levantó la cabeza. Miré a donde apuntaba y vi a Siegfried. Este estaba algo lejos del dragón. Supuse que al esquivar se habría pasado. Se estaba poniendo en pie cuando vio que una llamarada enorme iba directa a él. No tuvo tiempo de reaccionar pero yo sí. Envainé mi arma y me lancé a por Siegfried. Pude apartarlo de la llamarada. Rodamos por el suelo de la fuerza que llevaba. Terminamos de rodar unos metros más allá. Yo quedé encima de él.
-¿Estáis bien?-le pregunté
-Sí, gracias-me dijo. Apoyé mi cabeza en su cuello mientras recuperaba el aliento. Noté como Siegfried sudaba un poco al estar ambos en una postura tan extraña. Al segundo me puse en pie y extendí mi mano hacia él.
-Arriba compañero, tenemos un dragón que matar-le dije sonriendo. Él me sonrió también, cogió mi mano y se puso en pie. Antes de que pudiésemos hacer nada más escuché como Fafnir se acercaba a nosotros. Miré y vi que se estaba preparando para lanzarnos una llamarada y dejarnos más asados que un cordero en una hoguera. Noté que Siegfried sentía la necesidad de protegerme. Antes de que me diera cuenta Siegfried se puso delante de mí.
-¡¿Estáis loco?!-le pregunté viendo que iban a churruscarlo como a una salchicha.
-Mi deber como caballero es protegeros, seas una diosa o no- me dijo él con voz decidida. Me quedé sorprendida al ver que estaba dispuesto a arriesgar el pellejo por mí. Fafnir cada vez estaba más cerca. Cuando estuvo a la distancia adecuada se preparó para matarnos. En acto reflejo Siegfried se giró y me abrazó, protegiéndome así con su cuerpo. No sé por qué pero sentí la imperiosa necesidad de abrazarle. Lo hice sin dudar. Apoyé mi cabeza en su armadura y le apreté con fuerza contra mí. Escuché como Fafnir estaba listo para abrasarnos. Cuando pensé que nos mataría escuché como se quejaba de dolor. Le miré por encima del brazo de mi protector y vi que estaba tumbado en el suelo. No respiraba por lo que estaba muerto. Al poco rato sale Lloyd de detrás de él con sus armas ensangrentadas.
-Lloyd...-dije con una sonrisa en la cara. Siegfried me soltó al ver que ya no había peligro.
-Irina yo..., lo lamento, no sé qué me ha pasado, siento si os he incomodado-me dijo.
-No temáis, solo queríais protegerme, os lo agradezco-le dije sonriente
-Estoy un poco nervioso-me dijo. Le toqué la cara con mi mano derecha y le acaricié.
-No tenéis por qué estar nervioso, estamos a salvo-le dije sonriendo mientras le miraba fijamente a los ojos. Él me miró también y tocó mi mano con la suya. Su piel era suave y olía tan bien que había veces que me perdía en ella.
-¿Estáis los dos bien?-preguntó Sophitia mientras ella y Lloyd se acercaban a nosotros.
-Sí, estamos bien-dije mientras apartaba mi mano de la cara de Siegfried.
-Gracias Lloyd, nos has salvado el pellejo-dijo Siegfried
-No hay de qué-contestó este
-¿Dónde está tu arma Siegfried?-preguntó Sophitia.
-No lo sé, la habré perdido cuando Irina me salvó-dijo mirando a todos lados.
-Mira, está allí-dijo Lloyd señalando el arma
-Voy a por ella, así el fragmento será nuestro-dijo Siegfried mientras se ponía a caminar. La cogió y se acercó a nosotros.
-Vamos junto a Fafnir, el fragmento vendrá a la Soul Edge cuando estemos cerca lo suficiente-dijo.
-Vamos pues-dije. Nos pusimos a caminar y llegamos al lado del dragón. Al segundo una luz roja salió de su cuerpo y se acercó a Siegfried. Se quedó flotando delante de este. Era uno de los fragmentos que devolvería todo el poder a la Soul Edge. Esta, como por arte de magia, absorbió el fragmento. Una luz rojiza salía de la Soul Edge.
-Es...increíble...-dijo Siegfried
-¿Qué sientes?-preguntó Lloyd
-Noto el poder que emana, es muy fuerte-dijo el caballero mientras observaba la espada.
-Bueno, uno de cuatro-dije
-Cierto, esperemos que los demás hayan conseguido coger el otro fragmento sin complicaciones-dijo Sophitia
-Con el loco de mi amigo Ismael no creo que hayan estado en peligro-dije sonriendo.
-Vámonos, estoy agotado-dijo Lloyd
-Lleváis razón-le dije. Los cuatro nos pusimos a caminar. Bajamos las escaleras y entramos en la catedral. Al segundo me acordé de algo y me paré en seco.
-¿Qué ocurre Irina?-me preguntó Siegfried
-Me he dejado el escudo, voy a por él, ahora vuelvo-dije.
-Bien, nosotros vamos caminando-dijo Siegfried. Yo asentí y salí corriendo. Subí las escaleras rápidamente y llegué a lo alto de la torre. Miré a mi alrededor. Vi a Fafnir muerto en el suelo. Seguí mirando hasta que di con mi escudo. Me acerqué corriendo a él y lo cogí de suelo.
-Menos mal que me he acordado-dije mirándolo. Me lo guardé en la espalda y me giré. Al hacerlo no pude reprimir un grito que me salió del alma. Me puse a temblar.
-No temas Irina, no voy a hacerte daño...-me dijo alguien a quien no esperaba ver.
-Nightmare...-dije mirándole. Sin que me diera cuenta me cogió con fuerza de un brazo. Me desarmó y me cogió por detrás. Mi espalda tocaba su pecho y mi cabeza estaba al lado de la suya. Sacó su arma y me apuntó al cuello.
-No hagas tonterías Irina, no nos conviene ni a ti ni a mí-me dijo mientras el filo de su arma rozaba mi cuello.
-¿A qué...te refieres?-le pregunté intentando controlarme
-No uses tus poderes, si lo haces mataré a tu amigo-me dijo. "Olvídate de usar ElWind para quitártelo de encima" me dijo Devil.
-¡¿Irina?!-dijo la voz de Siegfried. Escuché como este iba subiendo las escaleras junto a Sophitia y Lloyd.
-¡¡No Siegfried!! ¡¡No subáis!!-le grité intentando evitar el encuentro
-Cierra el pico-me dijo Nightmare al oído mientras apretaba su arma contra mi cuello. Vi como el hermoso pelo de Siegfried iba apareciendo por las escaleras. Cuando este estuvo arriba del todo me miró con pánico.
-Nightmare...-dijo totalmente impactado
-Hola, Siegfried-dijo este. En ese momento Lloyd y Sophitia llegaron al lado de Siegfried y se quedaron igual de pasmados que él.
-Suéltala-dijo Siegfried dando un paso al frente
-No-contestó Nightmare
-Por favor...suéltala-dijo suplicante mientras me miraba. Vi pánico y terror en su mirada
-No Siegfried, aunque...si realmente quieres que la suelte...podemos hacer un intercambio-dijo Nightmare.
-¿Qué intercambio?-preguntó Siegfried
-Tú libertad a cambio de la suya-dijo Nightmare
-¿Yo a cambio de ella?-preguntó Siegfried. Nightmare asintió
-¡No Siegfried! No lo hagas...-le dije temerosa. Estaba segura de que Siegfried aceptaría el trato con tal de verme libre.
-¡¡Cállate!! ¡No te metas en las conversaciones de los hombres!-me dijo Nightmare
-Irina...-dijo Siegfried mirándome
-No lo hagas por favor, podría matarte...-le dije suplicante.
-No voy a permitir que te haga daño...-me dijo él cabizbajo
-No por favor...-le dije
-Bueno Siegfried, no tengo todo el día, ¿hay trato o no hay trato?-preguntó Nightmare mientras hacía fuerza en su arma. Comenzó a cortarme el cuello. Como su arma era la que era no pude evitar gritar de dolor.
-Detente por favor-dijo Siegfried. Nightmare dejó de cortarme.
-Acepto el trato-dijo Siegfried
-No...-dije intentando contener mi dolor. Nightmare me empujó y caí al suelo a cuatro patas. Siegfried vino corriendo a mi lado. Me cogió la cara con cuidado y miró la herida de mi cuello
-¿Por qué lo has hecho?-le pregunté. Siegfried no me contestó.
-Es sencillo Irina, hasta un niño se daría cuenta-dijo Nightmare
-No entiendo lo que me quieres decir-le dije. Siegfried me abrazó, luego me miró a los ojos y me acarició la cara.
-Vamos anda, no tengo todo el día-dijo Nightmare. Este cogió a Siegfried de un brazo y le obligó a ponerse en pie. Lo alejó de mí.
-Nos vemos Irina-dijo Nightmare. Levanté la mirada del suelo y miré a Siegfried. Vi algo raro en su mirada pero era algo hermoso. En ese instante una luz morada les envolvió y desaparecieron. Lloyd y Sophitia vinieron a mi lado.
-¿Estáis bien Irina?-me preguntó Lloyd mientras me ayudaba a ponerme en pie.
-Sí...-dije.
-Vámonos, hay que avisar a los demás de que Nightmare se ha llevado a Siegfried-dijo Sophitia. Los tres nos pusimos a caminar. Lloyd me ayudaba a caminar pues el corte que Nightmare me había hecho me dejó muy aturdida. Cuando estuvimos fuera de la catedral vimos a Midna tumbada en el suelo tomando el sol como si nada.
-¡Midna!-dijo Sophitia mientras corría hacia ella. Esta se sentó en el suelo y nos miró. Se puso en pie rápidamente y vino a mi lado
-¿Qué ha pasado Irina?-me preguntó. Levanté la vista del suelo y la miré.
-Se han llevado a Siegfried-dijo Lloyd
-¡¿Cómo?!-dijo Midna
-Por favor Midna, llevadnos cuanto antes a Viena, debemos comunicárselo a los demás-dijo Sophitia.
-Bien, vamos-dijo Midna. Se concentró y nos teletransportó al castillo de Viena en escasos segundos. Cuando abrí los ojos vi que estábamos a las puertas del castillo. Aterrizamos de pie.
-Vamos Irina-me dijo Lloyd mientras me ayudaba a avanzar. Llegamos a la sala de audiencias pasado un rato. Jin se alegró de verme y vino corriendo a mi lado. Antes de que ninguno pudiéramos decir lo que ocurrió, llegan Isma y su grupo a la sala. Este vino a mi lado y me enseñó el fragmento de Soul Edge
-¡Ya lo tenemos!-me dijo emocionado
-¿Dónde está Siegfried?-preguntó Ivy
-Se lo llevó Nightmare-dijo Lloyd. Noté como el corazón de todos se encogía por un momento
-¿Nightmare no era uno de los Dioses Oscuros?-preguntó Ike
-Sí, así es-dijo Darky
-Debemos ir a salvarlo cuanto antes-dijo Sophitia
-¡¿Estás loca?! ¡A saber a dónde se lo ha llevado!-dijo Mitsurugi
-Irina, ¿qué te ocurre?-me preguntó Jin mientras frotaba mis brazos
-Estoy...cansada-dije.
-¿Qué te ha pasado en el cuello?-me preguntó viendo mi herida
-Nightmare amenazó con herirla, Siegfried dio su libertad y seguridad a cambio de la de Irina-dijo Lloyd
-Tan caballeroso como siempre-dijo Taki
-¡No podemos dejarle a merced de un Dios Oscuro! ¡Debemos ir a liberarle!-dijo Iska enérgicamente
-¿Y qué podemos hacer?-preguntó Sothe. Todos miraron a Soren esperando una respuesta milagrosa
-A mí no me miréis, no conozco nada de este lugar y no sé nada acerca de ese Nightmare-dijo Soren
-Podemos ir a mirar a la biblioteca, si os parece bien claro-dijo Zelgius
-Buena idea-dijo el Emperador poniéndose en pie. Al segundo un soldado se plantó delante de él
-Acompaña a los caballeros a la biblioteca-dijo el Emperador. El soldado asintió y él, junto con Soren y Zelgius, salieron de la sala.
-Creo que Irina debería dormir un poco-dijo Darky acercándose a mí
-Opino lo mismo-dijo Jin. Este me cogió en brazos y me sacó de la sala. Me llevó a la habitación donde dormimos. Me tumbó en la cama con cuidado y me quitó las botas.
-¿Qué pasó Irina?-me preguntó dejando las botas en el suelo
-Su mirada...-dije pensativa mientras Jin corría la cortina para que la luz no fuera tan intensa. Después se acercó a la cama
-¿La mirada de quién?-me preguntó Jin tumbándose a mi lado
-Había algo en su mirada...-dije
-No te entiendo Irina, explícamelo por favor-me dijo acariciando mi cara
-Hasta un niño lo entendería...¿qué quiso decir con eso?-me pregunté a mi misma en voz alta
-Creo que estás aún muy nerviosa y afectada por lo que acaba de pasar, tú duerme-me dijo. Me dio un beso en la frente y se puso en pie. Se acercó a la puerta
-¿Adónde vas Jin?-le pregunté
-Voy a acompañar a los demás a salvar a Siegfried, no temas volveremos con él-me dijo. Salió de la habitación y cerró la puerta. Miré al techo mientras mi mente intentaba buscar la respuesta a esa frase que dijo Nightmare y al sentimiento oculto que encerraban los ojos de Siegfried. Al poco rato de pensar me quedé dormida. Me desperté con un olor a sangre que impregnaba todo el castillo. Me puse en pie y corrí descalza por los pasillos. Llegué a las puertas de la sala de audiencias. Abrí las mismas con violencia y vi a todo el grupo herido y ensangrentado. Entré corriendo y me acerqué a Jin.
-¡¡¿¿Qué ha pasado Jin??!!-le pregunté cogiéndole la cara. Estaba herido por todo lo que era sitio.
-Fuimos a rescatar a Siegfried pero...Nightmare ya nos esperaba...-me dijo echándose una mano al abdomen. Vi que tenía un corte enorme.
-Siéntate Jin-le dije. Le ayudé a sentar el trasero en el suelo.
-Rhys...-dije. Este se acercó a nosotros y curó a Jin.
-Gracias Rhys-dijo este
-¿Cómo que Nightmare ya os esperaba?-pregunté
-Geki y Maki estaban allí-dijo Taki
-Sin contar con Ammon-dijo Mitsurugi
-¿Esos no son los otros Guardianes?-pregunté
-¿Guardianes?-preguntó Ike
-Los Guardianes son los Demonios que custodian los fragmentos de la Soul Edge-dije
-Pues fuera lo que fuesen nos han dado una buena-dijo Isma
-No podréis contra ellos si no portáis la Soul Edge, es imposible vencerlos a los tres juntos-dije
-Nightmare se llevó a Siegfried con Soul Edge incluida, no tenemos posibilidades de vencer-dijo Lloyd
-¿Habéis visto a Siegfried?-pregunté
-No, no le hemos visto, nada más llegar los Guardianes nos atacaron-dijo Sophitia
-¿Adónde habéis ido?-pregunté. Nadie me contestó
-¡¿Qué adónde habéis ido?!-pregunté de nuevo en voz más alta
-A Egipto, al templo de Ammon-dijo Ivy
-Bien-dije. Me puse en pie y me acerqué a las puertas.
-¡¡¿¿Adónde vas Irina??!!-me preguntó Jin casi vociferando
-Voy a salvar a un amigo que ha dado su libertad a cambio de la mía-dije mirando al frente. Nadie me dijo nada más al ver en mi voz que iba a ir a por Siegfried y nadie me lo impediría. Abrí las puertas y me dispuse a ir a por mi amigo. Salí al patio de armas y vi a Midna descansando.
-Midna, llévame ya al templo de Ammon-dije acercándome a ella
-Irina, déjame descansar, estoy...-me dijo, pero no la dejé terminar
-¡¡Qué lo hagas!!-grité enfadada. Midna me miró con cara asustada. Antes de que Midna me teletransportase fui a mi habitación y me puse las botas. Volví junto a ella.
-Venga-dije. Midna se concentró y nos llevó a las dos hasta la entrada del templo.
-Gracias, espérame aquí, esto va a ser un mar de sangre...-dije subiendo las escaleras que daban al interior del templo. Salvaría Siegfried como que me llamaba Irina. Había una fuerza inamovible en mi interior que me decía que debía salvarlo. No sabía por qué la tenía pero la hice caso sin ponerla en duda. Abrí las puertas de templo y me adentré en este con la idea inflexible de salvar a Siegfried. Arrasaría con todo lo que se interpusiese en mi camino, no tenía duda alguna...

3 comentarios:

  1. vaya tunda le han pegado a los que intentaban salvar a siegfried y pobre midna no la dejan descansar un capitulo muy emocionante y razon demas tenia lloyd con lo de que alguien los vigilaba

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  2. ¡Nel, me ganastes el comentario que Irina ya me habia apartado!, gran historia xD.

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  3. wowªªªª!!!!!!!


    qque emocionanate!!!!!
    ¡¡y que tiernos!!
    ¡¡y que sangre!!
    XD

    muy buen capítulo, está perfectamente equilibrado!

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